TEXTO CORREGIDO

Una simple decisión marcó su vida: seguir el camino del puño y la patada.  

Empleando todo lo que había practicado durante su preparación, metió una patada cuya potencia le mereció la cuarta medalla de oro en taekwondo, batiendo el récord panameño en los Juegos Bolivarianos de 2017.

Para todo deportista la vida siempre es una competencia, una carrera, una pelea que, aunque poco a poco te deja sin aire, te va llevando al verdadero reto: el enfrentamiento contigo mismo. Así es este arte marcial, es disciplina, es perseverancia, es tener humildad, pero, sobre todo, apostar por ti y la fe en tu vocación.

Su ser competitivo despertó cuando era tan solo una niña, una pequeña con sed de darlo todo en un dojang (sala de entrenamiento), pasión que la empujó a trabajar duro. 

Fue así cuando, a la corta edad de cuatro años, Carolena Jean Carstens Salceda empezó el verdadero combate, el combate con ella misma que la llevó a ser, a los 26 años, campeona olímpica.

Todos sus triunfos han comenzado desde abajo, tal como lo describió luego de su victoria: “La verdad es que ha sido una trayectoria bastante difícil, pero aquí está el fruto de cuando nunca pierdes la fe y no paras de luchar. Siempre hay un buen resultado”, señaló a los medios aquel día.

Gracias a la inspiración que le brindaba su hermana Christina, quien había empezado a tomar clases de taekwondo, Carolena se introdujo a este camino. Nacida el 18 de enero de 1996, en Illinois, Estados Unidos, decidió representar a Panamá antes que a su país natal cuando tenía trece años.

A esta edad empezó a competir mundialmente. Combatió por primera vez en los Juego Olímpicos de Londres 2012, donde fue la más joven de las atletas con tan sólo 16 años. En el año 2016, Carolena debutó, con 20 años, en estos mismos juegos en Río de Janeiro, prometiendo dar todo de sí. Sin embargo, no obtuvo medallas en ninguna de las dos.

Los obstáculos nos suelen frenar, no obstante, para ella fue el motivo de seguir luchando. Luego de recuperarse de una lesión de ligamentos cruzados en su rodilla izquierda, clasificó a los Juegos Panamericanos de Lima (Perú) 2019. En esta ocasión, la victoria tampoco estuvo a su favor. En la semifinal fue derrotada por Anastaija Zolotic, quedando en 24-10. 

En junio de ese año la atleta panameña compitió en el Abierto de Luxemburgo donde obtuvo la medalla de plata después de haber sufrido una lesión en la mano izquierda. Posteriormente, logró la medalla de oro para Panamá en los Juegos Bolivarianos y, aún lesionada, compitió en los mundiales en Guadalajara (México) pasando la primera ronda. 

Sin duda, deportistas jóvenes pueden hacer un cambio en el mundo, como lo ha hecho esta increíble mujer. Su patada inspiradora ha hecho que mi pasión por los deportes sea una competencia constante para superarme a mí misma y me ha enseñado que cada error es un paso a la excelencia.

Admiro su perseverancia, su atrevimiento para, después de todo, seguir avanzando. Como ella misma lo ha dicho en varias entrevistas, quizás es un golpe muy duro, pero solo queda mirar hacia adelante. Este deporte no solo es defensa personal, es el camino de la vida al autocontrol, a la confianza en uno mismo y nos enseña que con actitud todo es posible.  

Una mujer maravillosa de quien no importa cuántas veces escriba, siempre tendré mucho que hablar sobre ella. Es una abogada que estudió Derecho en la Universidad de Harvard. Estoy hablando de Michelle Obama, gran oradora y líder, en sus discursos siempre intenta abrir nuevas mentes y guiar a las futuras generaciones para un mejor futuro. Inspira y levanta a los que necesitan; ayuda y orienta a los que están perdidos en la vida.

Michelle ha servido como ejemplo de empoderamiento para las mujeres y, además, ha trabajado en la concientización sobre la pobreza, la educación, la nutrición, la actividad física y la alimentación saludable. Cabe destacar que no sólo es una muy buena dirigente, sino también una increíble madre, quien educó muy bien a sus hijas y desde pequeñas les enseñó a ser y actuar como personas comunes y corrientes, aunque en ese momento su padre, Barack Obama, era el presidente de Estados Unidos. Las niñas limpiaban sus cuartos solas para que siempre tuvieran esa buena costumbre.

Me inspiró cuando más lo necesité. Recuerdo la primera vez que vi un video de ella en una de sus conferencias explicándoles a graduandos de un colegio la verdadera razón de la vida, terminé bañada en lágrimas. Esta grabación llegó hasta mi corazón y fue como una señal para seguir adelante hasta en mis peores momentos, explicaba que podemos tener mucho dinero, fama y logros, pero de nada sirve todo eso si no tenemos modales y valores.

Ella dijo que una verdadera persona siempre actuaría con valores, sin importar su clase social o qué tan millonario sea alguien. Nunca olvidaré las palabras que dijo. Desde entonces comencé a ver el mundo de otra manera; me dio una nueva llave la cual me condujo a una nueva puerta, a un nuevo futuro que, podía ser desconocido, pero ya no tenía tanto miedo de avanzar.

La ex primera dama estadounidense ha estado en varias conferencias explicándoles a los estudiantes lo importante que es el aprendizaje y lo mucho que nos ayuda, no sólo para conseguir un buen trabajo, sino para crecer como seres humanos. En una de sus conferencias les preguntó a los jóvenes qué querían ser de adultos, pero les explicó que no hablaba sobre la profesión a ocupar en el futuro, sino la persona en la que deseaban convertirse.

Al final de cuentas, gracias a ella, quiero ser una escritora y poeta que inspire a otros. Michelle Obama ha hecho muchas acciones positivas por el mundo que siempre marcarán la historia. Es una grandiosa mujer que motiva a las futuras generaciones, no sólo a enfocarse en ser alguien con objetivos y metas claras, sino ciudadanos con valor y deseos de cambiar al mundo, para bien. Esta oradora se ha ganado muchos corazones y no dejará de hacerlo, nunca.

Marie Curie, pionera en el campo de la radioactividad, fue la primera persona en conseguir dos premios Nobel. Uno fue junto a su esposo, el científico Pierre, en la especialidad de Física, en 1903, lo cual la convirtió en la primera mujer en obtener este galardón; y otro de Química en 1911. Sus descubrimientos que marcaron el devenir de la humanidad fueron: el polonio (nombre en honor a su tierra natal, Polonia) y el radio y sus compuestos.

Inteligencia, rigor, voluntad, imaginación y pasión son cualidades que describen a esta científica, licenciada en Física y Matemáticas. Su pasión por la ciencia la impulsó para hacer sus grandes descubrimientos. «Era como un nuevo mundo abierto para mí, el mundo de la ciencia, que por fin se me permitió conocer en toda libertad», una de sus frases más reveladoras de su avance en un mundo patriarcal.

Otro de sus logros fue ser la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París, y por sus méritos fue la primera en recibir sepultura con honores en el Panteón de la capital francesa.

Marie, nacionalizada francesa, se casó el 26 de julio de 1895 con el profesor y físico Pierre Curie. De este matrimonio nacieron dos hijas, la primera Irène Joliot Curie, física, química y política nominada a un Premio Nobel; la segunda, Denise Curie, quien fue escritora, en Francia.

Como cualquier otro ser humano, la científica sufrió. Ella confesó que antes de su fama padeció una profunda depresión por la que pasó horas llorando a escondidas sin ganas de hablar con nadie; pero, a pesar de sus problemas, nos dejó frases memorables: «No hay que temer a nada en la vida, sólo tratar de comprender” o “Cuanto más viejo te vuelves, más sientes que debes disfrutar el presente; es un regalo precioso, comparable a un estado de gracia».

Destinó gran parte del dinero de su primer premio Nobel a sus amigos, familiares, estudiantes e investigadores asociados, incluso Albert Einstein comentó que probablemente Marie Curie fue la única científica que no se corrompió por la fama.

Marie nunca tomó las suficientes precauciones contra los elementos que manejaba en su laboratorio: esos mismos que estudió le causaron la muerte, el 4 de julio de 1934, por una anemia aplásica.

Una conexión que siento con Marie Curie es el amor y la pasión que ella siempre mostró por la ciencia, algo que me llama mucho la atención. Cada ser humano tiene su momento y su habilidad para algo en específico, aunque tal vez nunca espera que esto llegue a cambiar el rumbo de la historia o trascender en la humanidad. Cada ser humano ha sido traído a este mundo para una función particular y lo único que necesita es trabajar, perseverar y esperar, pues en su tiempo llegará la oportunidad de demostrar para qué está hecho, tal como hizo la excepcional Madame Curie.

Virginia Woolf, muchos la conocen por sus obras y su increíble legado en la literatura moderna, también por su lucha a favor de los derechos de las mujeres.


Ahora bien, ¿cómo llegó esta increíble escritora hasta esta lectora? Descubrí sus novelas y cuentos en un momento difícil de mi vida, justo en el 2020, en medio de la pandemia. Por entonces me hacía falta el contacto con el mundo. Me sentía triste, cansada, frustrada y hasta atrapada. Ahora pienso: ¿qué habría sido de mí sin sus libros? La verdad no creo que pueda saber la respuesta.

Ella me inspiró a escribir sobre cómo me sentía. Siempre me costó mucho plasmar mis pensamientos en un papel, ya que creía que iba a ser juzgada por los demás. Mientras leía Una habitación propia, descubrí una frase de la autora que me hizo cambiar de opinión: “No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”.

Ciertamente, ella me dice que soy libre de pensar, que tengo criterio, gusto y placer, porque es mi
mente, ¿sí? Opino que la sociedad nos ha impuesto demasiadas reglas, pero si tuvieras la oportunidad de hacer y vivir como quieras, sin tristeza, amargura ni melancolía la verdad, ¿serían necesarias? Sí, lo serían. Aunque lo veamos de manera negativa, la tristeza que vivimos, que viven las otras personas y que viviremos todos, eso va más allá de lo que crees.

Virginia cargaba con grandes retos como los estereotipos que había hacia las escritoras y la misoginia de la época, incluso recibió abusos de sus propios hermanastros. Ella tuvo la oportunidad, y la aprovechó, de hacer que nosotras fuéramos bien recibidas en la literatura. Pensaba y expresaba que la mujer era alguien independiente, inteligente. Y así empezó a escribir sobre todas las injusticias que propiciaban contra las damas en su época.

Hubo personas que malinterpretaron la obra más revolucionaria de Virginia, Una habitación propia. No entendieron que era algo simbólico, se refería a que todas las mujeres deben tener su propio
dinero. Es un llamado a la independencia económica y social, a la licencia poética y la libertad
personal de cada mujer para crear arte. Básicamente es una protesta silenciosa por la falta de autonomía,
que reclamaba el espacio que las mujeres necesitaban para poder calmar sus pensamientos.

De este libro nace una de mis frases favoritas: “La belleza debe romperse a diario para permanecer hermosa”, lo que me hace pensar que no importa cuántas veces llores, caigas o tropieces, siempre es necesario seguir adelante. ¿Recuerdan lo de la tristeza? Pues con esta frase quizás le encuentres un poco de sentido ahora, no olvides que todo se rompe y quizás puede volverse más hermoso…

Descubrió su gran pasión por la música a una temprana edad. Es una artista y filántropa que ha sido incluida en la lista de las 25 mujeres más poderosas, según People en Español y de las 50 centroamericanas más poderosas, según la revista Forbes. Gracias a sus múltiples premios y reconocimientos internacionales (entre ellos dos Grammys Latinos y cuatro Billboards) y a su Fundación Puertas Abiertas, porta la bandera panameña por todo lo alto. Además, está consciente de que una dama puede ser todo lo que quiera y sueñe. Hablo de la cantautora Erika Ender.

Todos tenemos grandes metas que, en muchas ocasiones, se quedan enjauladas; y en otras, el ave que las contiene toma vuelo. Pero ¿a causa de qué o de quién aquellos anhelos no son capaces de librarse de esas cadenas? Debe ser por diversas razones, a veces más insignificantes de lo que creemos, pero esas pequeñas tonterías pueden convertirse en un obstáculo en nuestra mente, una pared enorme que solo se vuelve más y más grande si seguimos agregando piedras.

Aunque no lo creas, una vez que rompes esa jaula, por más que cueste, sin importar cuantas capas tenga; una vez que venzas esa idea de no poder hacer aquello que tanto quieres por el miedo a lo que otros puedan pensar de ti o porque crees que no eres capaz solo por tu sexo, lo que te espera al otro lado de esa pared es único, maravilloso, son tus sueños y eso por lo que tanto has luchado.

Erika Ender ha tocado a muchas personas con sus letras, que han sido grabadas por ella misma y otros artistas de la talla de Daddy Yankee, Chayanne, Gloria Trevi, Ednita Nazario, Gilberto Santa Rosa, Ana Bárbara, Víctor Manuelle, Milly Quezada y Elvis Crespo, entre otros. Gracias a su éxito, ha sido la cantautora más joven en ingresar al Salón de la Fama de los Compositores Latinos.

Pero también inspira a las féminas con los mensajes de empoderamiento que publica en sus redes sociales. En junio de 2021 compartió un texto poderoso titulado “Una mujer moderna”, en el que leí una de las frases que más me ha llegado al corazón: «Una mujer puede ser capaz de convertirse en todo lo que sueña, sin competir con el hombre e, incluso, dar más de lo que nadie se imagina».

Palabras que, sin dudas, brindan esperanza, llenan el alma de las mujeres, pero, sobre todo, nos permiten reflexionar sobre muchos aspectos: que eres capaz de hacer muchas acciones por tu cuenta, que depende de ti en qué te quieres convertir, qué es lo que sueñas, qué puedes y quieres hacer, aunque la gente no te crea. Especialmente, el mensaje invita a reflexionar contra quién realmente deseas competir; la respuesta es contra ti, que es lo más importante, porque solo tú puedes superarte a ti misma y solo tú sabes hasta dónde anhelas llegar.

Erika Ender no solo nos ha dejado grandes citas y canciones motivadoras, sino también un gran ejemplo como ser humano, ya que, con su gran corazón ha logrado ayudar a muchas personas y niños a través de los diferentes proyectos de su fundación.

Es un gran orgullo para el sexo femenino contar con una gran artista, persona y mujer empoderada como Erika Ender, quien con sus palabras y sus actos humildes ha sido una gran inspiración para muchas personas.

Recuerda siempre uno de sus lemas: «Mujer se escribe con m de magia y con m de maravilla, de mucho y de más…».

Su nombre es Graciela Valdés Zamudio. Nació en Bocas del Toro el 23 de agosto de 1955. Tuvo una infancia maravillosa junto a sus padres y sus dos hermanos. Su papá era un pequeño comerciante de Changuinola.

Para un mayor aprendizaje académico, su familia la mandó a la provincia de Chiriquí, donde estudió su primer año en el Colegio Félix Olivares Contreras. Posteriormente se mudó a la provincia de Panamá junto a los suyos, ya que en aquel entonces su padre tuvo problemas económicos y decidió empezar desde cero en otra parte del país. Y fue ahí que inició su segundo año de secundaria, en La Chorrera.

Después se mudaron al centro de Panamá, al corregimiento de Río Abajo, y fue matriculada en un colegio cercano para cursar su tercer año. Por esos días su madre falleció, dejándola huérfana. Ese hecho la marcó, pues ella solía decirle: “Si yo algún día llegara a morirme, no creo que llegues a ser alguien en la vida, porque tu padre es demasiado dócil, muy complaciente”. Su mamá dudaba muchísimo de que Graciela llegase a prosperar.

El 28 de julio de 1975, durante el entierro, Graciela juró a su madre fallecida que iba a superarse y a estudiar con dedicación, hasta que se sintiera orgullosa. Aquella promesa marcó su existencia para siempre, y luego de terminar tercer año, la joven siguió tan empeñada en su propósito que muchas veces debió quedarse en distintas casas de familiares, ya que su padre se regresó a Bocas del Toro por cuestiones de trabajo.

La jovencita llegó al cuarto año con excelentes calificaciones. Se le veía ir y venir todos los días a pie, cansada, cargando libros pesados al hombro y con el mismo viejo y desteñido uniforme. Ella, con suma responsabilidad y conciencia del ahorro, lograba dividir la poca mesada que le daba su padre en lo indispensable. Cuando se graduó, tomó la decisión de continuar su formación en Chiriquí.

Graciela solicitó permiso a su padre para irse a superar a otro sector del Istmo; él la apoyó. Iniciar esta nueva etapa, sola en David, fue algo muy difícil. A estas alturas pensaba: “Extraño a mi mami, pero tengo que jugármela sola”. Se quedaba en un cuartito que compartía con una amiga de su madre y tenía que hacer magia para que la plata alcanzara hasta fin de mes.

Cuando se graduó del bachillerato, el padre fue orgulloso a su fiesta de graduación. Al día siguiente, tomó sus maletas, se despidió de su progenitor y decidió que su nuevo destino era la ciudad de Panamá. Se fue a vivir con la novia de su hermano y consiguió un puesto en el departamento administrativo de la panadería Santa Ana.

Tras matricularse en la Facultad de Contabilidad de la Universidad de Panamá, los primeros años de estudio fueron muy complicados. Sin embargo, la vida le presentó a una persona que se convirtió en su amiga incondicional.

Dos años más tarde, Graciela consiguió un apartamento y se fue a vivir con su amiga con quien pasó las verdes y las maduras, había días en que se quedaban hasta la medianoche estudiando. Combinaba sus responsabilidades como estudiante universitaria y su desempeño en una firma de abogados.

Pasó el tiempo hasta que se enamoró de quien fuera su único novio y padre de su futura hija Graciela. Siendo una profesional exitosa, creó su propia firma de contadores, y a la par, era la auditora de su empresa. Así estuvo por más de quince años.

En 1997, la aspiración de conseguir una casa se hizo realidad. Al año siguiente compró su primer carro. Llegó a concretar todos estos sueños en una etapa retadora porque terminó siendo una madre soltera.

Ya en 2004 la contadora se comió el mundo, este fue su mejor año en materia económica. Sin embargo, una tragedia le afectó a nivel emocional: la esposa de su hermano y su quinta hija recién nacida fallecieron. Graciela aceptó la tutela y se convirtió en el único amparo femenino de las cuatro niñas.

En 2007 se integró a otra empresa, a la que dedicó siete años de trabajo ininterrumpido hasta que se jubiló. Luego compró una casa en David para reunirse con sus nietas y su hija; en esta ciudad fundó dos empresas. Cuando le preguntan cómo ha sido posible llegar a beber de la copa del éxito, ella contesta: “A mi madre le agradezco todo lo que soy; escuchen los consejos de una madre, en sus palabras hay fe de vida, experiencia y sabiduría”.

Al realizar un análisis de las proezas que han realizado las mujeres, que con afán sobresalen y ponen en alto la cultura y el nombre de un municipio, es imprescindible mencionar a la maestra Luz Amparo Mansilla. Una mujer que con entusiasmo valora cada momento de su vida y parte de su existencia la dedica a su comunidad, en la cual hace que cada ciudadano se sienta orgulloso de sí mismo.

Ha tenido una excelente preparación académica, que le ha sido de mucha utilidad en el desenvolvimiento social y en el quehacer cotidiano. Aparte de ser maestra de Educación Primaria, ha llevado a cabo estudios de profesorado de Segunda Enseñanza en Pedagogía y Ciencias de la Educación. Posee  conocimientos en temas relacionados con la administración educativa, la adecuación curricular, el uso de libros de texto y educación ambiental. Además, ha tenido participación en los ámbitos de la productividad y el desarrollo, aplicando sus conocimientos de cocina, panadería y repostería. Ha sido una ayuda importante en el emprendimiento de muchas personas, gracias a su aporte a la microempresa.

Las labores de la docente Luz Amparo han quedado plasmadas en la historia de diversas instituciones educativas, en entidades sociales y de servicio; por eso y más, creo que es justo hacer mención de algunas de sus muchas contribuciones. Ha cumplido con las funciones de oficial de Secretaría en la Municipalidad de Ciudad Vieja, Sacatepéquez y prodigado conocimientos como maestra de Educación Primaria en la Escuela Oficial Urbana de Varones Fray Matías de Paz, ubicada en la misma ciudad. También ha enseñado en la Escuela Nacional de Niñas Pedro de Bethancourt, de Antigua Guatemala. Además, su preparación y entrega la han llevado a trabajar por la niñez y la juventud como maestra del curso de Español y Estudios Sociales en el Instituto de Educación Básica por Cooperativa de Enseñanza de Alotenango.

Luz Amparo Mansilla es un personaje distinguido con muchos reconocimientos: un diploma de honor al mérito como integrante de la Comisión de Cultura Magisterial a nivel de Sacatepéquez, mención honorífica como maestra distinguida en actividades magisteriales y diploma de participación III de la fase de entrenamiento a maestros en Monjas Jalapa. También, diploma de honor al mérito por segundo lugar como maestra distinguida, así como un reconocimiento de la Universidad de San Carlos de Guatemala por su colaboración y asesoría a los alumnos.

Es importante mencionar las labores de la prestigiosa profesora en relación con su proyección social como miembro fundador del Instituto de Educación Básica por Cooperativa de Enseñanza de Alotenango. Forma parte del grupo de jóvenes que construyeron la primera cancha municipal de baloncesto en la plaza central del municipio de San Juan Alotenango. Cabe resaltar también su efectiva participación en comisiones de cultura y fiestas patronales.

Así mismo, contribuyó en actividades humanitarias durante la tormenta tropical Ágata, ocurrida en el 2010, que afectó a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y México.

La pedagoga Luz Amparo Mansilla lucha día a día, es una mujer segura que va con firmeza por la vida, con fuerza y dignidad, demostrando todas sus capacidades.

Una bella melodía suena al escuchar declamar alguna poesía de la autora Elsie Alvarado de Ricord, quien nació el 23 de marzo de 1928, en el distrito de David de la altiva provincia de Chiriquí.

Su familia era numerosa. En 1951 se graduó de maestra en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, en Santiago de Veraguas y años después se comprometió con el abogado Humberto Ricord, con quien tuvo una sola hija.

Elsie se tituló en Filosofía y Letras en la Universidad de Panamá. También estudió un profesorado de Español. Para esas fechas publicó su primera obra, Notas sobre la poesía de Demetrio Herrera Sevillano y luego su primer poemario Holocausto de rosa, donde relata la bonita historia de una mujer enamorada. Años después ganó el Concurso Nacional de Literatura Ricardo, en la sección Ensayo.

En 1960 obtuvo nuevamente el Ricardo Miró con otro ensayo, dos años más tarde publicó una antología que fue incluida en el Diccionario de la literatura latinoamericana. Siempre logró su superación profesional, hasta el punto que obtuvo un doctorado en Filología Romántica en 1968, en España.

Al profundizar más en su vida profesional, sobre los años 70 dio a conocer su primer libro sobre lingüística, también publicó su cuarto libro de crítica literaria y ganó otra vez la categoría de ensayo, en el Miró.

Elsie fue una reconocida ensayista, pero los que la leían amaban su poesía y su gran capacidad de expresar ideas y sentimientos de una manera excepcional. Precisamente, por su gran trabajo en las letras se convirtió en la tercera mujer en formar parte de la Academia Panameña de la Lengua, en 1973. Más adelante aparecieron dos de sus catorce libros, el primero fue una colección de treinta poemas y el otro libro es su quinto sobre crítica literaria.

Buscando información sobre esta destacada escritora, supe que el crítico panameño Víctor Fernández Cañizalez  fue quien le atribuyó el título de “poetisa del amor” con el que se le conoció y asoció en Panamá.

En 2002 fue merecedora de la Condecoración Rogelio Sinán. Aquel día, el presidente del Consejo Nacional de Escritores, Dimas Lidio Pitty, dijo durante la ceremonia: “Elsie Alvarado es la mujer de letras más completa de nuestra historia cultural».

Los poemas de Elsie Alvarado fueron traducidos a diferentes idiomas. Ella ejerció en Panamá como una gran autoridad intelectual y académica, gracias a sus estudios literarios.

Esta panameña ha sido una inspiración para mí, a pesar de no haberla conocido. Tuvo una maravillosa vida llena de grandes reconocimientos por sus valiosas enseñanzas, revelaciones, lecturas y muchos poemas; seguramente por ello, aquel 18 de mayo de 2005, día en que falleció a sus 77 años, lo hizo tranquila, con la satisfacción de haber dejado un legado al pueblo panameño, pasando a la historia nacional y cultural como una poetisa del amor.

El 7 de junio de 2018 se lució la belleza natural en el concurso Señorita Panamá, con la primera mujer indígena en ganar este certamen; pero detrás de las luces y el glamur hubo obstáculos que ella venció.

Los duros dramas familiares que vivió de niña aún la hacen llorar… Todo empezó hace 29 años.

Rosa Iveth Montezuma nació en la comarca Ngäbe-Buglé, Alto Caballero, el 16 de mayo de 1993. La reconocida modelo es la mayor de tres hermanos, creció rodeada de amor y valores. Reflejaba gran energía en su niñez, no tenía problemas para socializar con los demás pequeños; pero al mismo tiempo era reservada, con una actitud perseverante. Con frecuencia participaba en actividades escolares de canto, modelaje, declamación, banda de música y reinados.

Esa joven rompió con los paradigmas tradicionales que enmarcan a la mayoría de las mujeres indígenas. Su espíritu de mujer emprendedora me inspira.

Creyente en Dios y siempre fiel a su cultura y tradiciones. «A mí siempre me gustó mucho el monte, de hecho, iba con una vecina a cosechar arroz, también maíz e íbamos al pozo a buscar agua», recuerda.

Su madre, Rosa América, era educadora y juntas se trasladaban a la comunidad de Kuerima, distrito de Mironó, área Nedrini. «Había que cruzar un zarzo sumamente peligroso, las quebradas crecían y teníamos que esperar a que las corrientes bajaran». Esto experimentaban tanto Rosa como sus primos todas las mañanas, para recibir sus estudios primarios en una escuelita rancho, con paredes de madera, techo de palmas y piso de tierra. Luego de culminar la primaria, debió buscar otra escuela que dictara nivel secundario. El tramo a recorrer todas las mañanas se volvió más extenso.

Más adelante inició su primera carrera universitaria en la ciudad de David, capital de Chiriquí, la Licenciatura en Tecnología de Alimentos. Al corto tiempo se ubicó en un trabajo y regresó a su hogar.

El glamur panameño

La primera vez que Rosa fue seleccionada para un reinado fue en primer grado, por el aniversario de su escuela. Lastimosamente, cuando iba a ser coronada, su hermana de un año sufrió una quemadura con aceite de cocina en la pierna y no pudo recibir el título debido a que su mamá estuvo un mes con la bebé en un hospital de otra zona.

A los 15 años ya ella estaba más que iniciada en el mundo de las pasarelas, en Panama Talents, tras una sesión de scouting que realizó la agencia en su centro escolar, el Instituto David.

Años después participó en un certamen cultural denominado Meri Bä Nuare (mujer bonita en ngäbere) entre estudiantes indígenas cuando estaba en la universidad. Fue escogida como Belleza Nacional.

2018 fue un año de concursos, elogios y presentaciones en varios puntos del país, que la encontró con 25 años, estudiando otra licenciatura en Informática Educativa y aspirando a ser Señorita Panamá por su comarca. También se vio envuelta en una polémica acerca de su nacionalidad e identidad cultural.

Hubo rumores en redes sociales de que la modelo no era 100% indígena. Rosa acudió a la sede central del Tribunal Electoral, el 11 de abril de 2018 y solicitó su certificado de nacimiento para confirmar su origen como mujer ngäbe. Con la evidencia, la organización Señorita Panamá la integró al grupo.

Rosa se preparó junto a 19 aspirantes de domingo a viernes (terminaban a las 10:30 p. m.), entonces tomaba el bus de la medianoche a Chiriquí, para asistir a las siete de la mañana del sábado a la universidad, hasta las seis de la tarde. El domingo regresaba a la capital.

En diciembre de 2018 fue a competir por el título de Miss Universo en Tailandia, en representación de Panamá. “Para mí es tan importante, ha sido una plataforma para que la gente vaya creando conciencia de que el pueblo indígena no es solo un grupo apartado de la ciudad, y que sí podemos lograr grandes metas”. Su gran esfuerzo y natural carisma le han llevado hasta un punto destacado.

¡Frente en alto y pies sobre la tierra! Incansablemente Rosa derriba cada obstáculo que le presenta la vida, pues es firme en su propósito y en su fe en Dios para salir adelante, como aquella vez que representó con orgullo a su país en el certamen más importante de belleza internacional.

Es sorprendente ver cómo en el mundo de las celebridades existen polémicas por celos, adicciones, infidelidades, rupturas y divorcios; muchas se vuelven tendencia con historias que pasan del amor verdadero al odio más fuerte. Es triste pensar cómo gran cantidad de esas estrellas que nos hicieron soñar y que nos sintiéramos identificados profesionalmente con ellas, nos hacen recordar que los ricos y famosos también lloran.

Muchas parejas se ven ante el mundo como matrimonios perfectos, pero después captan la atención de sus seguidores cuando les dejan ver que detrás hay engaños y traiciones… Haciendo comentarios al respecto entre algunos miembros de mi familia interviene la tía Juana Jaén, mujer que ha sido ejemplo para todos. Ella nos relata la vida que ha llevado con tío Tule y nos dice que existen infinidades de relatos de amor y desamor.

Su largo matrimonio no ha sido perfecto. Uno de los conflictos que tuvo al ser ama de casa es que no recibía remuneración ni tampoco podía gozar de reconocimiento social. En aquel entonces estuvo clara de que nunca iba a tener vacaciones ni iba a ser despedida por parte de Tule en sus trabajos como maestra, cocinera, niñera, entrenadora y guardia…

Pero hay que luchar por preservar la unión. La tía Juana nos enseñó que es momento de que nuestros jóvenes sepan cómo lidiar con el demonio interior que los hace defraudar a sus parejas. Cada día nos incita a cumplir con rectitud, sinceridad y respeto las promesas hechas en el altar, tal como lo hacían las abuelas. Nos aconseja seguir ese legado, que seamos pacientes, convivir sin desviaciones hacia terceras personas y aprendiendo a satisfacer nuestros deseos y necesidades afectivas solamente con el otro. 

También recuerda que la vida no siempre es color de rosa, que hay etapas en las que siendo jóvenes cometemos errores, pero hay que sobreponerse a las adversidades, saber dirigir nuestras conductas y combatir en todo momento con sana rebeldía.

¡Oooh! Me gusta aliarme con las personas mayores, porque siempre nos dan buenos consejos y nos relatan anécdotas que no es común escuchar entre muchachos de nuestra edad. 

La tía Juana nos indicó que en el primer año de casados se cumple el aniversario de las bodas de papel; a los cinco años, las de madera; a los diez, las de aluminio; a los veinticinco, se celebran las bodas de plata; a los cincuenta, las de oro, etapa que actualmente ella está disfrutando en vida; y por último, las bodas de huesos, cien años después de haberse casado, llegar allá es lo que más desea, de lo contrario, descansaría con su amado por toda la eternidad.

Hagamos que nuestras generaciones sean ejemplos como la tía Juana, mujer trabajadora, madre de familia y ejemplo de amor y compromiso matrimonial.