Hillary Heron, entre barras y piruetas
Es agosto del año 2008, una pequeña niña de tan solo 4 añitos de edad está viendo los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, y ella queda fascinada viendo a todas las gimnastas haciendo volteretas, giros y rutinas de baile con sus atuendos de colores brillantes bellísimos; tan agraciadas y fuertes que se veían todas, lo divertido que debía de ser poder volar igual que ellas, no? En frente del televisior, esta niña expresa por primera vez su encanto por la gimnasia, esta niña que desea danzar en el aire y dar cuantas piruetas quiera. Esta niña amante de la gimnasia tiene como nombre Hillary Heron y justamente tuvo la suerte de nacer en una casa repleta de entusiastas del deporte, especialmente del béisbol; ella es la nieta del difunto Karl Heron, mejor conocido como Chico Heron, que fue un reconocido beisbolista y técnico de la selección nacional de Béisbol de Panamá. Sus padres siempre entendieron y compartieron el amor por el deporte con ella, y jamás le faltó el apoyo para que pudiera crecer en su disciplina. El mismísimo año en que vió la categoría de gimnasia de los Juegos Olímpicos, comenzó a practicar también la disciplina. Al siguiente año ya estaba compitiendo junto a otras gimnastas.
Ahora transportándonos a junio 2021, Río de Janeiro; Hillary Heron compitió en el Campeonato Panamericano de Gimnasia Artística, en el evento de bóveda ¡Y obtuvo la medalla de plata! Un año después, estaban ocurriendo los Juegos Bolivarianos, y Hillary viajó a Valledupar, Colombia, representando a Panamá con su talento, y ganó tres medallas de bronce, en los eventos de bóveda, en equipo, y all around ¡Además de una medalla de plata en piso! Ese mismo año 2021, en octubre, nuevamente compitió, pero ahora en los Juegos Sudamericanos, Asunción 2022, consiguiendo medalla de plata en el evento de bóveda y bronce en piso. Hillary regresó a Panamá con grandes logros, que fueron reflejó de su gran dedicación, muestra de su amor y pasión, y más que nada, recompensa de su disciplina.
“La gimnasia para mi es como estar en mi casa, voy y me divierto, mis papás no tienen que obligarme a ir todos los días, es algo que me apasiona y es muy bonito”. -Hillary Heron. La gimnasia es un hogar, un refugio para la mente de Heron, un lugar donde sabe que pertenece y expresa lo que siente y piensa, y también la gimnasia es un deporte tan bello, que se puede considerar arte. La célebre gimnasta no solo es devota al deporte, sino también balancea su vida deportiva con la universidad, su familia y amigos. Se graduó con honores de la secundaria y está comenzando una carrera en psicología en la universidad.
Hillary junto a sus mejores acompañantes, la pasión y la dedicación, continuó entrenando y mejorando durante los años, conservando siempre su amor por el deporte gimnástico; y con esto ha logrado ella traer medallas y gran reconocimiento a nuestro país, Panamá. Cada vez que representa a la patria en campeonatos, sin falta deja a nuestra bandera en alto y le brinda gran orgullo a los corazones de quienes la apoyan.
Y finalmente hay que recordar, que este solo es el inicio de su vida, tanto personal como deportiva. Hillary todavía tiene muchos años por delante para seguir creciendo y mejorando. Muchos años más para que continue inspirando a los niños y niñas de Panamá, para que ellos también se dediquen a perseguir sus sueños igual que ella lo está haciendo.
“Difícil no significa imposible, con disciplina y perseverancia puedes cumplir tus sueños”. -Hillary Heron
Ana Gabriela, la historia de Hillary es realmente genial y me encanta que hayas elegido hablar de ella. Es importante contar más historias de chicas que están haciendo cosas extraordinarias.
Ahora bien, tengo algunas observaciones para que tu texto tenga más potencia. La primera sería que en lugar de escribir en voz pasiva, lo hagas en voz activa. Por ejemplo: en el primer párrafo dices “y queda ella fascinada viendo a todas las gimnastas…” Es mejor si pones el sujeto antes del verbo, es un simple cambio que le da fuerza a la oración. Quedaría así: “y ella queda fascinada…” En el texto hay otras oraciones en voz pasiva que podrías cambiar.
Además, es importante -para también darle fuerza al texto- que lo que ocurrió en el pasado lo escribas en tiempo pasado. Nuevamente, el primer párrafo: “y ella quedó fascinada viendo a todas las gimnastas…” tiene más potencia que ponerlo en presente.
Lo segundo es que si estás contando la historia de Hillary, creo que ella debe hablar un poco más. Cítala más veces, que se note que hablaste con ella. En este caso eres su instrumento para contar su historia y es importante que le des espacio. Por ejemplo, a ese momento al inicio en el que cuentas que ella vio en tv a las gimnastas hacer piruetas en el aire le puedes agregar una frase suya si es posible, ¿qué se le pasó por la mente? ¿Qué le hizo pensar que quería dedicarse a eso?
Lo tercero: me gusta mucho la escena con la que arrancas, pero quiero que tenga más contundencia, que me sorprenda. Tal vez podrías jugar con la imaginación un poco más… descríbeme -si es posible- cómo eran las piruetas que fascinaron a Hillary, intenta reconstruir ese momento. Tal vez por allí tengas un arranque muy cautivador. Imagina narrar que una chica se lanza de cabeza al vacío y da tantas vueltas en el aire que parece un tornillo entrando en la madera, mientras otra se mueve como cisne por los aires, una y otra vez, mientras una niña de cuatro años que las ve solo se le pasa por la cabeza que le encantaría volar como ellas.
Creo que tienes tremenda historia entre manos. Espero la versión final.