«Los libros son como un portal que te lleva a un mundo de conocimiento, fantasía, miedo, suspenso o tristeza». Esta frase, que me enseñó la profesora Dalys Ramírez, me llevó a preguntarme: “¿Cómo ella llegó a ser una mujer que evidencia amor por la lectura, que motiva a sus alumnos para que lean por placer?”.

Su infancia no fue la más bonita. No tuvo la presencia de su padre biológico, por lo que su mamá debía trabajar sola para mantenerla. A partir de sus seis años, su progenitora inició una relación sentimental y así pudo vivir de manera permanente con ella. La pareja de su madre se convirtió en su padre, quien modeló en la pequeña el placer por la lectura.

Diarios como Panamá América y La Estrella de Panamá; revistas como Almanaque Escuela para todos, ¡Hola!, Corín Tellado, Capulina, Selecciones y Memín Pinguín, entre otros, eran algunos títulos que devoraba la pequeña.

Que hoy sea docente no es casualidad. En cuanto a sus juegos de infancia estaban la lata, mirón-mirón y hacer las veces de maestra. Este último le gustaba porque le permitía dar reglazos imaginarios como lo hacía Evelia de Sáenz, quien le enseñó a leer en la escuela La Concepción, ubicada en el corregimiento de Juan Díaz. 

Recuerda que en secundaria sus profesoras de Español le asignaban la lectura de novelas clásicas, pero no siempre podía pagar su propio ejemplar. Además, tenía que resolver un cuestionario con cincuenta o cien preguntas. Por esa dinámica se le ocurrió hacer un trueque con los compañeros. “Si no quieres leer, me prestas la novela y yo te resuelvo el cuestionario», proponía Dalys. Siempre hubo quien aceptara el trato.

El mensual era el ejercicio del cuestionario y por supuesto obtenía una excelente calificación. Al terminar la secundaria en el Instituto José Dolores Moscote, cursó sus estudios superiores en la Universidad de Panamá, ya que su sueño era ser docente.

Los tres primeros años de servicio los realizó en la Escuela Bilingüe Nueva Esperanza, como maestra de grado; pero en 1997 se le presentó la oportunidad para ir a trabajar en la escuela José de la Cruz Herrera, en Garachiné, Darién. El siguiente año fue nombrada en periodo probatorio para obtener la permanencia laboral en el corregimiento de Sambú, en la misma provincia. La designación incluía tres asignaturas: Español, Educación para el Hogar y Religión.

La mayoría de los habitantes del lugar eran de las comunidades originarias Emberá y Wounaan, por lo que decidió que, además de motivar a los estudiantes a leer, debía enseñar un oficio que les permitiera tener una entrada económica, ya que pocos eran los que podían continuar la universidad por falta de recursos financieros.

En el segundo trimestre inició las clases de tejido en croché. Aprendieron rápidamente a confeccionar tapetes. Entonces les enseñó a pintar pañales de tela, a hacer y pintar sabanillas y camisas para bebés, pintar manteles y elaborar blusas con tela poplín, donde recreaban los kipará (diseños que se pintan con jagua en el cuerpo).

En 1992 fue trasladada al Primer Ciclo San Miguelito, en Torrijos Carter, y desde 1996 labora en el Centro Educativo Básico General de Tocumen.

La profesora Dalys nos motiva a leer, ella lleva a la escuela una canasta de libros para que escojamos los que deseamos. Además, nos ha enseñado los diferentes tipos de lecturas. Por eso cuando mencionó sobre el proyecto editorial #500Historias sentí de inmediato interés en formar parte.

Ella se involucró totalmente en esta aventura editorial, incluida la orientación acerca de qué temas seleccionar. También organizó una gira que nos serviría como punto de partida para los escritos. Agotó todas las instancias hasta conseguir las autorizaciones.

Dalys ama la educación y considera que esta profesión es para los que tienen vocación de servicio, para aquellos que desean dar lo mejor de sí cada día. Además, deben estar en constante actualización profesional, porque el verdadero maestro necesita tener un conocimiento universal. Su deseo es dejar huellas positivas en sus estudiantes.

No olvidaré su consejo de llevar siempre con nosotros un libro en la mano para leer en el transporte o mientras esperamos ser atendidos en cualquier lugar, porque “un libro es un amigo fiel”.

1 comentario
  1. darivaschiru
    darivaschiru Dice:

    Qué gran honor para la profesora Dalys. Te felicito por la elección y por el cariño con que la describes. Me gustaría ayudarte a resaltar más todo lo maravillosa que es Dalys. Me gustaría que investigues un poco más de ella y que agregues más datos de su trayectoria como promotora de lectura.
    1. ¿Dónde inició como docente?
    2. ¿Cómo fueron esos inicios como docente?
    3. ¿Dónde da clases actualmente?
    4. ¿Qué actividades puntuales realiza ella para incentivar a los estudiantes a leer?
    5. Sé que para ella no siempre es fácil realizar todas las actividades que hace. Quizás puedas contar alguna anécdota que tengan sus estudiantes con ella acerca de algún reto que hayan atravesado en su afán por incentivar a los estudiantes.
    6. ¿Cuáles fueron los primeros libros que ella leyó de niña o joven y cómo ellos impactaron su vida?
    7. Puedes describir con mucho detalle las distintas facetas de Dalys con el libro: cuando era niña o joven, cuando era una estudiante universitaria y como profesional. La idea es que presentes cómo los libros han impactado la vida de Dalys y cómo ella busca impactar la vida de sus estudiantes.
    Saludos. Ya quiero volver a leer los ajustes que hagas.

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