En la historia mundial, la mujer ha estado marcada por la desigualdad y la inequidad, ocasionando que tenga poca participación en escenarios políticos, económicos, deportivos y sociales.
El fútbol es considerado uno de los deportes más populares —quizás el más popular— del mundo y donde hay mayor desigualdad de género. La historia de este deporte ha tenido una mirada en su mayoría masculina; sin embargo, se han dado algunos pasos para romper esta brecha de exclusión.
Keisilyn Gutiérrez es una joven panameña y futbolista profesional quien participó en las selecciones
sub-20 y mayor de Panamá.Toda la vida ha tenido el deporte en sus venas y en la actualidad es un ejemplo de inspiración para muchas jóvenes que desean empezar en este ambiente.
“Desde pequeña me ha tocado jugar con los niños, no había mujeres cercanas que jugaran fútbol. Por suerte siempre he tenido unos padres que me apoyan en todo, siento que ese es el principal motivo de mi ascenso en este deporte, sin ellos, esta sería otra historia”, destaca Keisilyn.
Para la joven de veinticinco años lo más complicado de pertenecer a esta industria es salir de ese estatus impuesto por la sociedad, donde las mujeres no deben practicar esta actividad. “Siempre he sido criticada por jugar el deporte que amo, las amigas de mi madre me decían que el fútbol era para hombres y que debía dedicarme a otra cosa”, resalta. Pero la valentía y entusiasmo de la joven le han ayudado a sobrepasar ese tipo de situaciones y perseguir su sueño.
La joven, quien estudia para ser profesora de Educación Física, menciona que uno de los momentos más importantes de su carrera como futbolista fue cuando hizo su primer gol con la selección canalera. «Fue un sueño que desde niña siempre quise cumplir y lo logré; vestir el emblema nacional fuera de mi país es un honor que no todas tenemos”.
Hablando sobre goles, la anotación más importante de su carrera fue cuando marcó contra el Tauro F. C. “Ese día se jugaba la final, los nervios estaban a flor de piel, las probabilidades de perder eran muchas y ya se estaba acabando el partido, pero la manera como controlé el balón para luego realizar una finta, hizo que marcara uno de mis mejores goles; fue inolvidable la sensación de esa noche y la alegría que sentí”, recuerda orgullosa.
Sin dudas, el fútbol le ha abierto muchas puertas a Keisilyn, a quien le han llegado distintas ofertas en el extranjero, pero su objetivo primordial es terminar su carrera universitaria; de hecho, enfatiza sobre la importancia de la educación en su vida.
En Panamá tenemos talento de sobra, solo faltan oportunidades. Keisilyn Gutiérrez es un ejemplo de constancia y es inspirador su trayectoria para convertirse en una exponente del fútbol femenino en Panamá que, lastimosamente, siempre ha sido la sombra del masculino. Pero, es hora de que cambien las cosas, y Keisilyn junto a otras destacadas deportistas están esforzándose para lograrlo.