María Esther López, también conocida como la Reina del Sabor Nicaragüense, ha cumplido muchos logros a lo largo de su vida. Ella es toda una artista musical y culinaria, también una productora de televisión e incluso poeta. Pero lo que más la representa son sus grandes deseos de compartir y preservar la comida tradicional de su país, Nicaragua.
Ella inició su camino muy humilde. Venía de una familia numerosa de bajos recursos. Por las noches tenían que dormir en el suelo y al despertar no tenían casi nada de comer. Aún así, ella era feliz y muy aplicada en la escuela. Se esforzaba por destacar en diferentes concursos para, algún día, poder cambiar su situación. Desafortunadamente, a mitad de secundaria no pudo tener el privilegio de seguir sus estudios, ya que necesitaba trabajar y los materiales escolares eran costosos. Así que abandonó y nunca volvió.
Su suerte cambió cuando escuchó de un concurso de poemas en la radio y su primer pensamiento fue mandar uno porque amaba escribir versos. Ese mismo día recibió una llamada del director de radio Julio Escobar, a quien le encantó su obra. Gracias a esto, la invitó a trabajar como libretista y tuvo un gran éxito.
Más adelante llegó a ser asistente de cine, aprendiendo mucho sobre este trabajo. De hecho, este conocimiento la haría generar una gran pasión por la producción cinematográfica. Laboró en programas como El Pollito Intelectual y La Liga del Saber. También participó en shows de cocina y dramas donde aprendió habilidades que le servirían más tarde.
Un buen día se le presentó la oportunidad de ser productora en un programa educativo y cultural que estaba perdiendo popularidad, El Clan de la Picardía. La bancarrota consumía el proyecto, pero María perseveraba y tuvo una idea que daría un giro inesperado. Su plan de ir a los pueblos y tener contacto directo con las personas y sus tradiciones, llevó a este espectáculo a ser un clásico en toda Nicaragua.
María, madre soltera, siempre siguió adelante con ánimo y buscando soluciones, como cuando terminó el programa y pasó por una situación económica difícil junto a sus dos hijos; fue en ese momento que se le ocurrió un concepto que redirigió su carrera: crear un programa de cocina nicaragüense, con un toque innovador, incluyendo canciones patrióticas al cocinar. Este proyecto combinaba lo que la mujer amaba: la cultura, su país y la producción. El programa se llamó Nicaragua en mi Sazón y gracias a él desarrolló una nueva pasión por la música, tanto que hizo su propio álbum bajo el mismo nombre. Canciones que recomiendo por el profundo amor que llevan.
Hoy día María sigue haciendo recetas y es reconocida por preservar platos auténticos de Nicaragua. Ha escrito dos libros de cocina y tiene un canal de YouTube llamado María Esther-NicaSazón, en el que continúa transmitiendo videos con la misma sonrisa.