Un embarazo temprano
María Elena Pérez Guzmán es una joven responsable, estudiosa y ejemplo de superación. El 10 de febrero del 2004, a sus 15 años, tuvo lugar su embarazo. Este acontecimiento marcó un nuevo inicio en su vida, para el cual no estaba preparada. Fue rechazada, abandonada y apartada de todas las personas “queridas” en su momento. Se vio obligada a encontrar trabajo; un salón de belleza llamado “Deyna”, (ubicado en el Municipio de San José Pinula) le abrió las puertas. Trabajaba todos los días por un bajo salario, por la preocupación de conservarlo se esforzaba demasiado y con la carga del ser en su vientre la preocupación era aún mayor.
Vivió en un apartamento ubicado en el mismo municipio, donde el alquiler era bajo, pero sin los servicios básicos; aun así, no le alcanzaba para solventar todos sus gastos. El 24 de noviembre del 2004, dio a luz a su hijo, en el hospital San Juan de Dios; los siguientes meses fueron difíciles, pero gracias a Dios sus familiares la apoyaron al saber de su delicada situación.
Siguió trabajando en el salón de belleza. Pasó el tiempo y María conoció a un hombre, José Pablo; él se enamoró de ella y se casaron. En los siguientes años comenzó a trabajar como secretaria en diferentes empresas: Subdelegación TSE San José Pinula, Agencias Way San José Pinula, MISCORP S.A. Outsourcing People y Solusersa, donde ganaba el salario mínimo.
Ella y su esposo compraron una casa en las afueras del Municipio de San José Pinula (hecho que ella pensaba imposible hace muchos años). En 2013, retomó su aprendizaje y, en el 2016, pudo ingresar a la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, a La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, en una de las sedes ubicada en San José Pinula. Pasaron 5 años y, en 2021, pudo ejercer su profesión de abogada en el Centro de Justicia Laboral, lo cual le dio una vida más holgada a ella y a su familia.
Hoy en día, tener un hijo a temprana edad y salir adelante es difícil, a causa del alto costo de la vida, escasez de fuentes de trabajo y discriminación; sin embargo, esta mujer lo manejó muy bien, luchó día a día para poder sobrevivir y me inspira saber que, incluso si cometo un error, esto no definirá el resto de mis días. Al contrario, puede ser un incentivo, que me hará saber lo difícil que es independizarse y aún más con un hijo, en una situación a las que nadie está preparado a esa edad.
Por ello: estudien jóvenes, diviértanse, disfruten de su juventud, no están en tiempo para adquirir la responsabilidad de un hijo. Un error lo comete cualquiera, pero se necesita demasiada madurez para afrontar la situación, así como lo hizo María Elena.