EL PLACER DE AYUDAR
Escritora: Ana Ruth Gámez Blandin
Recuerdo que en año 2018 tenía aproximadamente 10 años, desde la escuela he sido una persona aplicada y estudiosa, razón por la que muchas veces competía en distintos lugares, con conocimientos de cultura general.
En una de esas veces me encontré con una mujer llamada Gloria, desde el comienzo me pareció alguien muy agradable una de esas personas que da gusto conocer y platicar con ella.
Al conocerla me dijo que era parte de una institución que ayudaba a las personas de escasos recursos, sin hogar y que les daba becas a los niños y adolescentes. Esa institución es una ONG llamada Alternativas y Oportunidades la cual es dirigida por el señor Kaminsky .
En el momento de la plática tan amena, me dijo si yo le podía ayudar a dar charlas a los niños que no tenían los recursos suficientes para vivir, ella vio en mi mucho potencial y entusiasmo para impartir conocimientos a aquellos niños necesitados.
Acepte fácilmente, quería sentir que se siente estar en los zapatos de ellos, comprenderlos y sobre todo hacer conciencia de que no todos la pasamos bien. Desde ese día que di la charla no volví a ser la misma persona, ya que Gloria me hizo darme cuenta de la necesidad que siento de servir, quiero ayudar a esos niños sin hogar, sin alimentos, y que lo único que a veces quieren es que alguien los escuche, les preste un poco de atención y amor.
Esa experiencia fue tan maravillosa que fui muchas veces a dar charlas, a ayudar aquellos niños. Gloria es una mujer maravillosa me hizo darme cuenta de mi camino. Ayuda a tantos niños y personas que necesitan de su ayuda, es una mujer que lucha por tratar de mantener viva la empatía, el amor hacia los demás de dar sin esperar nada a cambio.
En una de esas reuniones nos pidieron llevar a una persona que tuviera problemas económicos o de violencia; mi mente en esos momentos no pensó en nadie.
Pero a medida que paso el tiempo; recordé a mi vecina que era una madre con siete hijos; Anahí, Jordán, Sofía, Jonathan, Johan, dos gemelitas su esposo; él era muy malo, maltrataba a su esposa e hijos.
Apenas y tenían para comer una vez al día, sus hijos no estudiaban pues no contaban con los recursos suficientes para hacerlo. La vida familiar era difícil.
Un día decidida, le comente de Alternativas y Oportunidades y que ahí podrían ayudarla a ella y sus hijos, para salir de la violencia doméstica donde estaban. Mi vecina no sabía sobre la violencia doméstica, para ella era normal.
Un día Gloria decide acudir a Alternativas y Oportunidades y por fin logro darse cuenta de que sufría de violencia doméstica, además su esposo era alcohólico razón por la que no brindaba los recursos necesarios a su familia.
En Alternativas y Oportunidades le ayudaron a emprender un negocio, ayudaron a sus hijos con los estudios, y les brindaron los recursos básicos para vivir.
Ahora tienen una vida agradable, con oportunidades de seguir adelante. Me siento feliz por haber ayudado a mi vecina, y por tener la gran oportunidad de conocer a Gloria, y formar parte de tan valioso proyecto “Alternativas y oportunidades”