La Determinación del Fénix Ascendente
La esgrima es un elegante y competitivo deporte que consiste en dos contrincantes que intentan llegar a su rival con un arma blanca. Se define como “arte de defensa y ataque con una espada”. Te pido que te pongas en guardia y me acompañes a ver la inspiradora historia de una esgrimista sin comparación.
Beatrice Vio, apodada Bebe, nació un 4 de marzo de 1997, en Venecia. Desarrolló su amor por la esgrima a los cinco años, y protagonizó la clasificación nacional durante seis. A los doce era parte de un grupo de niños exploradores, en el cual se daban apodos. A ella se le asignó “Fénix Ascendente”, en referencia a las majestuosas aves de la mitología griega que pueden morir, arder y volver a vivir.
Pero ¿por qué este apodo?
Para responder esto debemos retroceder hasta el 2008, cuando Beatrice fue internada a un hospital debido a un caso de meningitis, donde describe su experiencia como un duelo entre su enfermedad y ella. Según Bebe, las personas que más estaban sufriendo eran sus familiares, quienes cada noche debían despedirse de ella al no poder quedarse en el hospital, con la duda de qué significaba su “arrivederci,” si hasta pronto o adiós para siempre.
A cambio de que se le amputaran ambos brazos, Beatrice sobrevivió y se le garantizó que la enfermedad sería exterminada, pero esta garantía no duró mucho tiempo, pues el proceso se repitió, esta vez con sus piernas.
¿Cómo podrías vivir una vida sin brazos o piernas, sin tus principales herramientas para el día a día?
Después de esta difícil experiencia, Beatrice estuvo en rehabilitación por un par de meses, lentamente recuperando su estilo de vida. Tuvo la suerte de experimentar dos veces el mejor momento de su vida al aprender a practicar esgrima, esta vez en una silla de ruedas; pero estaba de vuelta en lo que amaba.
El tiempo pasó y Bebe consiguió llegar a lo que ella describe como el paraíso: participar en los Juegos Paralímpicos, más específicamente, en los Paralímpicos celebrados en Río de Janeiro de 2016, su sueño se estaba haciendo realidad.
Combate tras combate, Beatrice escaló hasta la gran final donde se enfrentaría a Zhou Jingjing…
El combate comenzó, el primero en alcanzar 15 puntos se llevaría el oro. Bebe consigue los primeros puntos contra Zhou, el combate avanza hasta el 12 a 7, hasta que, en un movimiento brusco, el florete de Zhou pasa por encima de la máscara y azota la parte trasera de la cabeza de Beatrice. El golpe la desconcertó, el dolor era intenso, pero bebe no se daría por vencida por nada del mundo. Con una sonrisa en su rostro, la atleta siguió luchando y avanzó el marcador a 14 a 7, poniendo a todos en el borde de sus asientos. El momento para el que Bebe había luchado toda su vida estaba en frente de sus ojos…
Las luces del marcador se transforman para dar a luz un “15-7”, la multitud grita y las lagrimas de felicidad empiezan a brotar desde la cara de Beatrice. Lo logró. La esgrimista italiana había conseguido el oro manteniéndose invicta y demostrado el porqué de su apodo, el mundo había visto la determinación del fénix ascendente.
Edgar, tu texto es una maravilla. Algo que me gusta mucho es que me sorprende, nunca me avisa qué pasará, sus giros son espectaculares. Has hecho un muy buen trabajo.
Solo hay que trabajar en detalles. Quisiera saber cuándo ocurrieron las cosas que cuentas. Pon las fechas, los días y años. Lo otro es que te pido que si hallas en la internet entrevistas que le han hecho a Bebe y en las que ella diga cosas que tienen mucha relevancia o te gustan, agrégalas a tu texto. Cítala entre comillas. También busca qué dijeron otros deportistas o comentaristas sobre ella, y suma esas voces a tu perfil. Le hará bien.
Lo demás es carpintería. ¡Tremendo trabajo!