Una madre luchadora y amorosa
Mi madre Gilma Gallardo es la mujer más maravillosa y admirable que conozco. Además de ser cariñosa, amable y carismática, lo más valioso que encuentro en ella es su esfuerzo incondicional hacia mí.
Desde niño siempre veía lo duro que trabajaba. También notaba que ese esfuerzo diario no le quitaba de su rostro la sonrisa y el buen estado de ánimo que la caracteriza.
Un día, cuando se alistaba para ir a su empleo, y luego de darme un beso de despedida, le pregunté: «Mami, ¿por qué laboras tanto?». Hizo una pausa, bajó su bolso, colocó sus manos suavemente sobre mis mejillas y con cariño me respondió: «Lo hago para darte lo mejor, para pagar tus estudios y cubrir todas tus necesidades».
Yo quedé pensando en su respuesta y le dije: «Me motivas, madre, pero tu trabajo te separa de mí y a veces te noto llegar cansada». Ella no dudó en aprovechar ese diálogo para darme una lección de vida: «Puedo estar agotada, pero hago con amor todo el sacrificio que sea necesario por mi familia. Recuerda esto siempre: nunca te rindas, por muy dura que sea la situación, mira hacia adelante».
Sus palabras me tocaron el corazón, y a partir de allí cada vez que la veía ir a trabajar y regresar a casa luego de su jornada laboral, apreciaba mucho su esfuerzo.
Hoy reflexiono y veo que tengo mucho que reconocerte, mamá. Para mí serás mi todo, muchas gracias por lo que has hecho por mí. Valoro demasiado que sigues conmigo y mis hermanos y que con tu ejemplo me enseñas que el amor es el motor para hacer realidad todas las metas y sueños.
Gracias madre mía por tu entera dedicación. Te demostraré en el camino de mi vida que valieron la pena tus atenciones. Te amo mucho, madre.
Muy bien Adriel. Este texto que escribes es mejor que el anterior, porque es tu redacción y tus sentimientos sobre tu querida madre. Felicidades.
Sin embargo, hay algunos aspectos que podemos mejorar.
Tú inicias el texto así: «Su esfuerzo es lo más valioso para mí».
Pero esa es una oración solamente, y deberías acompañarla con más información. Y decir también allí que te estás refiriendo a tu madra.
Yo te recomiendo que unas las dos primeras oraciones de tu escrito para iniciar la crónica.
Te voy a dar una sugerencia (con los elementos que tú has puesto), pero igual puedes modificarlo a tu propio gusto.
Sería algo así…
Para mí, mi madre es la mujer más maravillosa y admirable que hay. Y aunque ella también es una persona cariñosa, amable y carismática, su esfuerzo es lo más valioso para mí.
Y después puedes continuar como está, contando la anécdota de cuando ella iba para el trabajo y te daba un beso.
Más adelante, en el centro del texto, aparece un diálogo, que tú presentas de forma corrida. Te sugiero que lo presentes con guiones (—) y uno debajo del otro, para que se aprecie mejor el diálogo.
Te voy a dar un ejemplo con los elementos que has puesto, pero igual lo puedes modificar a tu gusto.
Sería algo así…
— Mami, ¿por qué trabajas mucho?
— Lo hago para darte lo mejor para tus estudios y necesidades, me respondió.
— Madre, quiero que sepas que te admiro como eres. Gracias por motivarme cada día más, le dije.
— Nunca te rindas, por muy dura que sea la situación, echa hacia adelantes, me dijo mi madre.
Estoy seguro que con estas cortas modificaciones, tu texto quedará mejor. Te animo a que sigas escribiendo.