Darién, siendo la provincia más extensa de Panamá (11,896.5 km2), cuenta con clima tropical húmedo, muy húmedo tropical y pluvial premontano; en ella predominan los bosques y existen comarcas como la Emberá-Wounaan y la Wargandí, rodeadas por cierto aroma a misterio y vivaces en cuanto a sonido y color. Son tierras dignas de aventuras.
En el año 2016 el doctor Alexander Esquivel, de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), se instaló con su equipo de trabajo en Darién para realizar estudios en las cuencas del caudaloso río Chucunaque, con el fin de evaluar el nivel de sanidad manejado en el área. Una experiencia profesional que marcaría por completo su vida.
Para ingresar a Nurrá, el equipo de trabajo utilizó caballos como medio de transporte, y como había llovido, todos terminaron llenos de lodo hasta el estómago. Luego de pagar las respectivas tarifas para trabajar en el área, evaluaron aspectos como el estado de las estructuras, la tierra, el agua, etc.
La siguiente parada fue Walla. Sus aguas son claras, es un lugar hermoso y… ¡una trampa infestada de serpientes! Allí pasaron la primera noche, se asentaron y descansaron, arropados de pies a cabeza en una hamaca, expectantes para no ser mordidos por alguna culebra y quizás pelear a muerte con algún alacrán, animal que abunda y merodea el sitio, sin mencionar a los mosquitos.
Al amanecer los investigadores retomaron su marcha, una parte a pie y luego en una piragua, y entraron de lleno a Darién. En esa comunidad, la delegación de la UTP se encontró con otro equipo de estudio, pero estos no tenían los permisos requeridos para trabajar en el territorio, lo que demoró más la misión de ese día; entonces, una vez completada la labor el doctor Esquivel decidió pasar la noche en el lugar. Fue una noche pesada, pues había cierto riesgo de ser privados de libertad por los nativos, debido a la supuesta invasión. Afortunadamente, no ocurrió nada malo.
En la madrugada partieron hacia la comarca Emberá-Wounaan, subieron por los ríos Tupiza y Turquesa para llegar a Mortí, con paisajes donde las ramas eran boas. La frontera de Panamá y Colombia está a nada del lugar. Ese fue el último punto que visitaron, la misión tomó alrededor de una semana y los resultados fueron mostrados en una reunión posterior en Santa Fe.
Algo que resalta mucho el doctor Alexander Esquivel, mi padre, es la falta de sanidad en las comunidades, el pésimo estado de los colegios, viviendas, hospitales y la carencia de servicios básicos. Es complicado que los indígenas puedan salir de estas áreas, no solo por la falta de apoyo o recursos, sino porque sus mismas costumbres se lo impiden.
El peligro predomina en Darién, hay personas que emigran de sus países, negocios ilícitos, guerrillas y muchos de estos temas pasan desapercibidos, por lo cual se puede decir que la provincia, muchas veces, es un lugar sin retorno; sin embargo, es una tierra de grandes riquezas naturales, arqueológicas, playas, entre muchas otras bondades. Es un sitio que puede resaltar la belleza de nuestro país, pero lastimosamente ha sido algo olvidado por situaciones socioeconómicas y la falta de interés por mejorar las condiciones de nuestros hermanos indígenas y darienitas.
Sí, Darién es una provincia rica en belleza natural, pero sus poblados, su gente necesita apoyo para mejorar su calidad de vida, tal como insiste mi papá.