El poder de una mujer visionaria
Despertar, estudiar, regresar y dormir. Esto era en lo que se resumía mi vida. Era prisionera de una monotonía asfixiante, donde la depresión parecía una eterna condena. No fue hasta que encontré un rayo de luz en un programa nombrado Innova-Nation, en el cual conocería a una mujer que me cambiaría la vida. Ella es Karin Sempf Sáenz, empresaria, activista, pero más que eso, mi mentora.
Su historia inicia como secretaria de una empresa cuyo nombre los susurros del tiempo se llevó, gozando de sus veinte, dejando la vida pasar. Sus sueños se veían aplastados bajo las exigencias de pudientes hombres sentados en sillas de cuero. Sin embargo, su amor por querer hacer la diferencia y ser libre fue lo que le dio el coraje de decir: «¡Renuncio!».
Tomó papel y pluma y firmó su acta de renuncia. Decidió perseguir sus anhelos. Cansada del bucle y los constantes acosos por parte de sus compañeros masculinos, Karin declaró para sus adentros: “¡No más! ¡Seré mi propia jefa!”. Y con la misma pluma con la que firmó su renuncia, trazó el nombre de su primer negocio.
Comenzó como un pequeño emprendimiento para ayudar a familias extranjeras a mudarse a territorio panameño. Después de todo, su padre no tuvo tal apoyo cuando llegó de Alemania para trabajar. Su travesía como primera mujer empresaria de su familia inició con varios baches, decepciones y grandes pérdidas. Pero Karin se mantuvo firme en su sueño de libertad, con la esperanza de que aquello incidiría en un gran cambio.
Pasaron los años, y como los milisegundos que tarda un colibrí en alzar vuelo, así mismo hizo su pequeño negocio, alcanzando la grandeza, trabajando hombro a hombro con empresas multinacionales y otras organizaciones.
Y aunque todo iba bien, para ella algo no cuadraba, algo faltaba para Karin. Tal y como su destino lo tenía planeado, una tragedia fue la que la llevó a convertirse en quién realmente debía ser.
Luego de sobrevivir a una peligrosa colecistectomía, Karin se unió al programa de Vital Voices Washington, donde reconectó con amigas del pasado y consigo misma, descubriendo su propósito. Entró en el mundo del voluntariado y se hizo miembro de la organización. Trabajó ayudando a decenas de madres adolescentes y mujeres a salir adelante, enseñándoles acerca del liderazgo y a valerse por sí mismas, lo que la llevaría a dirigir Voces Vitales Panamá. Aquí vio a mujeres dominadas por la ignorancia. Consternada, decidió crear un programa donde la juventud pudiera ser educada en temas imprescindibles para la vida, con el fin de liberarla de este destino.
Y así nació Innova-Nation, un programa para instruir a niños y jóvenes en el emprendimiento sostenible, las ciencias y el liderazgo. Al sol de hoy, su idea ha impactado a cientos de chicos a nivel nacional, incluyéndome. Gracias a ella, me he podido convertir en una mujer completa, con visiones monumentales. Ella es la razón de que yo alcance un futuro más feliz, donde la depresión sea historia, viviendo para crear una mejor sociedad. Actualmente, su fervor por enseñarme sigue en pie, sin importar cuán ajustada su agenda esté.
Puedo decir con mucha certeza que, gracias a Karin Sempf, la juventud del futuro podrá tener la oportunidad de ser finalmente libre, libre de una eterna monotonía y de la ignorancia.
Qué interesante modelo. Este texto es el reflejo del gran impacto de Karin en la juventud.
Has presentado buenos datos acerca de esta joven empresaria y promotora de la educación, pero podemos organizar algunas ideas:
Al inicio das un dato acerca de la cantidad de trabajadores a nivel mundial. Me parece que debes verificarlo, no creo que sea correcto. Si en el mundo viven miles de millones de personas, 5.1 millones de trabajadores es una cifra muy baja.
Te pediría un poco más de detalles de las actividades que promueve Karin. Quizás puedas describir una de las iniciativas en las que has participado: qué se hace en ellas, cómo aprendes liderazgo. ¿Qué tal si inicias con esa experiencia tuya en esos talleres? Y de ahí partes a todo lo que muy bien has planteado de Karin.
Nos vemos en la segunda edición. Buen trabajo.