Mireya Moscoso: un solo objetivo
Durante años ha habido discriminación y desigualdad de género. Es un hecho que antes las personas no creían en una mujer líder o en una ocupando y realizando las mismas tareas laborales que históricamente realizaba el hombre. Pero, el domingo 2 de mayo de 1999, una dama ganó las elecciones presidenciales en Panamá. Su nombre: Mireya Moscoso.
Mireya nació el 1 de julio de 1946 en Pedasí, provincia de Los Santos. A los dieciocho años se casó con el médico, diplomático y político panameño Arnulfo Arias Madrid, quien por entonces tenía 63 y llegó a ser tres veces presidente del Istmo (en 1940, 1949 y 1968). Moscoso comenzó su carrera política en 1964, con la campaña de la última presidencia de su esposo.
Después de que Arnulfo Arias falleciera, en Estados Unidos, Mireya fue nombrada su heredera política y así decidió participar en las elecciones presidenciales de 1994, en la que salió victorioso Ernesto Pérez Balladares. Esta derrota significaría el inicio para ella: regresó al campo y agradeció a todos los que la ayudaron en su primer intento. Comenzó su proceso de reorganización y maximizó sus esfuerzos para conseguir la anhelada victoria.
Y en 1999 lo consiguió. El 42% de los votantes la apoyó. Esta hazaña la convirtió en la primera —y hasta ahora única— presidenta del país.
«Aspiro a que más mujeres se atrevan a correr y que se apoyen las unas a las otras, que no se descalifiquen y que sean sus mejores aliadas, algo que no recibí durante mi inicio en la política», mencionó en una ocasión la expresidenta.
Pero no piensen que todo le fue fácil. Moscoso reconoce regularmente en entrevistas que ganarse el respeto de los ciudadanos fue un trabajo complicado. En comparación con un hombre, las mujeres, incluyéndola, tienen que esforzarse el doble o hasta el triple para prosperar.
«Las barreras nunca me detuvieron, me atreví a correr a un puesto político y sabía que tendría que lidiar con muchos aspectos negativos, así como ataques injustos y machistas. Creo que lo más importante es nunca ver una barrera al frente, sino superarla y enfocarse», indicó una vez.
En su gobierno, Mireya Moscoso construyó un museo para niños en la ciudad capital, reconstruyó y equipó el Hospital Santo Tomás, que hoy en día es uno de los principales centros de salud pública del país, así como el Hospital José Domingo de Obaldía, moderno nosocomio ubicado en la provincia de Chiriquí.
Sin duda, Mireya Moscoso es una inspiración para nuestra sociedad y es digno ejemplo de todo lo que puede llegar a ser una mujer.
Gabriela, qué bueno que te animaste a escribir sobre nuestra primera presidenta. Es una historia que vale la pena. Te felicito por el trabajo que hiciste de recabar datos para tu texto, demuestra el esfuerzo que has hecho por hacer una historia muy sólida.
Ahora bien, hay algunas cosas que considero se deben cambiar para que tu texto tenga más proyección. Es importante que no emitas juicios o interpretaciones sobre tu personaje, sino que ella (en este caso Mireya Moscoso) hable por sí sola, o su historia hable por ella. Procura no utilizar adjetivos como “maravillosa o capaz”, y recomiendo que incluyas algunas citas directas o cosas que ella haya dicho, para darle más fuerza al texto. Ponlas entre comillas.
Me gustaría que pensáramos un nuevo cierre para tu historia. Identifica alguna cita textual (podría ser algo contundente que dijo sobre la mujer en la política) o escena realmente buena sobre la historia de Mireya Moscoso. Tu cierre tiene que enganchar tanto como lo hizo el arranque (que me gustó mucho).