MUJERES DE MI VIDA
Las personas suelen aprender a lo largo de su vida de muchas figuras femeninas, que pasan a ser importantes y fuentes de inspiración. Esto porque son mujeres con mucho potencial y logran sobresalir; un ejemplo es Emma Watson: una actriz independiente, embajadora de la ONU, protectora de los derechos de la mujer, nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time en 2015.
Personas como Watson, sin duda, son admiradas y famosos, pero, qué pasa con las personas menos conocidas. Es por ello por lo que quiero hablar sobre las mujeres de mi familia y la manera en la que han salido adelante.
Las mujeres de mi familia son madres solteras fuertes y luchadoras, tratan y logran sacar adelante a sus hijos a pesar de todos los obstáculos que les toca afrontar
Mi madre me sacó adelante, me hizo una persona independiente. Cada una ha sido importante y admiro todo el esfuerzo que realizan. Sin embargo, deseo hablar acerca de una en especial, su nombre, Liliam, es a quien más admiro por todo lo que ha pasado; la llamamos cariñosamente Lili; siempre ha sido como una madre para toda mi familia y es la protectora de cada uno de nosotros; ha sido ejemplar e inspiradora; es la más cariñosa y amable, sin dejar por un lado su disciplina amorosa. Es mi mayor fuente de valentía en situaciones adversas, ya que ha vencido dos veces al cáncer; su historia sobre esto está llena de emociones y retos, y es que, a pesar de haber sentido fuerte malestar, ocultó sus dolores y sentimientos para no preocupar a nadie.
La primera vez que la diagnosticaron, aceptó su realidad y siguió adelante con el apoyo de todos, era devastador y triste; estuvimos junto a ella; afortunadamente pudo vencerlo después de un intenso tratamiento. Pasaron 7 años, comenzó a sentir el mismo malestar en el mismo lugar; el cáncer volvió; como la mujer fuerte que es, siguió luchando y nunca perdió la fe y logró derrotarlo por segunda vez.
Aunque todo esto sucedió en mi infancia y mis recuerdos han sido pocos, han marcado mi crecimiento; son mi inspiración y aprendí de Lili a enfrentar problemas, enfermedades y situaciones duras de la vida, sin dejar de ser una persona amable y amorosa, ya que a pesar de sus dolores siempre nos brindó apoyo y nunca dejó de amarnos.
Esta crónica habla de la mujer a quien más admiro; sin embargo, la quiero dedicar a todas esas mujeres que no pudieron vencer al cáncer; a sus familiares, les muestro mi respeto y solidaridad. No solo por luchar contra una enfermedad mortal, sino por la valentía para enfrentarla.