Las Trancas, entre misterios y bellezas naturales
El Salto del Pilón, en la provincia de los Santos, es muy reconocido por su belleza natural, historia y misterios. El nombre se debe a sus rocas en forma de huecos gigantes parecidas a un pilón, que las fuerzas de las aguas han tallado a través del tiempo.
Se dice que, en los tiempos de la conquista, los españoles exploraron el área porque pensaban que había mucho oro, mientras que los nativos evitaban ir allí, ya que creían que en medio del redondo charco aparecía el espíritu de una mujer hermosa, desnuda, peinándose con un peine de oro, que encantaba a los hombres y los hacía desaparecer. Al llegar, los aventureros tenían que escoger entre la valiosa prenda o la belleza de ojos azules, entonces la mayoría se ahogaba por ir en busca de la joya. Un español llamado Don Julián del Río fue el único que eligió a la mujer, hechizado por sus encantos; ambos se sumergieron en el agua y desde ese día ella no ha vuelto a aparecer. Así nació la leyenda de “La Niña Encantada del Salto del Pilón”.
Este enigmático lugar se forma en el descenso del río Perales, en Las Trancas, un corregimiento del distrito de Guararé. Me resulta curioso de este pueblo que de un solo lugar nacen varios, todos espléndidos, y que sin duda pueden llamar la atención de turistas panameños o extranjeros.
En el caso del Salto del Pilón, baja por el cerro Canajagua, pasa por poblados como El Macano hasta llegar al Salto de Cañazas, bautizado con este nombre gracias a que en el sitio hay muchos bambúes que en el tiempo de antes se conocían como “cañazas”. Siguiendo el camino hay otro salto llamado el Siete Varas, una charca tan profunda que las personas tuvieron que usar siete varas para medir hasta dónde llegaba, pero no pensaron que al ser tan largas se hundirían y quedarían allí, lo que dio origen al nombre. Estos tres saltos son los más reconocidos de la zona, sin embargo, existe la posibilidad de que haya más, pues aún no se han explorado las otras áreas.
Pero, no solo son saltos, el río La Flor es muy bonito y está bien cuidado por los habitantes. En el verano las personas colocan una especie de represa alrededor para crear un pozo y que no pasen animales peligrosos, así pueden utilizarlo de balneario. Es posible recolectar camarones en el agua y frutas de los frondosos árboles a su alrededor.
Cerro Canajagua era un lugar no explorado, solo una montaña que las personas ocupaban como sitio de siembra; pero eso cambió con la llegada de los extranjeros, quienes llenos de curiosidad querían investigarlo. Pensaron que dentro del cerro había una inmensa cantidad de agua y construyeron una estación para medir la presión de la misma. Luego de esto el lugar quedó habitable. Las personas comenzaron a construir casas y así fue cambiando. Hoy en día es un sitio para turistas o simplemente para realizar un viaje de vacaciones. Tiene tiendas, parques y restaurantes.
Además de enigmas, ríos y cerros, en Las Trancas hay diversidad de especies, animales y frutas silvestres. El área no se termina de explorar por lo extensa que es. Seguramente esconde muchas bellezas naturales y, ¿por qué no?, algún tesoro que espera ser descubierto por cualquier aventurero.
Increíble!!!