Una vida difícil, pero feliz
Hace 94 años nació una persona que sufrió mucho, pero en medio de todo, ha sido feliz. Esa es María de los Ángeles, una mujer sencilla y modesta.
Sus padres, humildes campesinos, se conocieron en Panamá, ella nació en este país y al poco tiempo se fueron para Colombia. Siempre le enseñaron valores y cómo aplicarlos en su vida.
Por motivos económicos, la niña no asistió a la escuela, si acaso aprendió a escribir su nombre, pero eso no le impidió salir adelante. Ayudaba con las labores del hogar desde muy pequeña y se casó a los catorce años con Cenón Garcías, un agricultor.
María y Cenón tuvieron dieciséis hijos, de los cuales tres fallecieron. Criaron a cinco niñas y ocho niños, y habitaban en casas alquiladas hasta que después de un tiempo consiguieron dinero suficiente para tener su vivienda propia.
Al empezar su relación tuvieron la oportunidad de que el Gobierno les otorgara una parcela en la cual cultivaron muchas verduras y tenían algún ganado, allí trabajaba la pareja y fue su sustento durante años. Con el tiempo sus hijos fueron creciendo y ayudaban.
Cenón fue músico, tocó en muchas bandas y orquestas, en ese tiempo le mandaban marconigramas para informarle en dónde sería su próximo evento.
A pesar de que fue un hombre laborioso, tenía sus defectos, como todos. Por problemas con el consumo de alcohol, hizo sufrir mucho a su esposa María, quien siempre fue una mujer callada, nunca le reclamó nada y aguantó todo, a lo mejor, por el amor que sentía hacia él, de su boca no salió mala palabra; además, Cenón nunca hizo pasar hambre a su familia.
Después de unos años, María de los Ángeles se fue a trabajar a Venezuela y dejó a sus hijos a cargo del padre y su hija mayor; durante ese año mandaba cajas con comida a sus hijos. Al pasar el tiempo regresó a cuidar de los suyos.
Su matrimonio duró 55 años y aunque se casaron siendo muy jóvenes se quisieron mucho. De hecho, llegaron a festejar una tradición muy especial, las bodas de oro, al cumplir cinco décadas juntos.
Cenón Garcías murió de un cáncer en la boca. A causa del consumo de cigarrillo, sus pulmones se llenaron de aire y falleció. Fue doloroso para ella, pero siguió adelante y cuidó a sus hijos.
María de los Ángeles ha padecido muchas enfermedades, se ha fracturado la cadera, ha estado al borde de la muerte, pero todavía no es tiempo para que nos deje. Esta mujer ha tenido la bendición de Dios de ver nacer a sus nietos, bisnietos y tataranietos. Actualmente, se encuentra en Marialabaja, Colombia, con su familia cuidando de ella.