Vivir de otra manera

Elizabeth Gilbert nació un 18 de julio de 1969. Su familia no contaba con las comodidades del mundo; de hecho, vivía en una granja y, claro, al proceder de un clan con pocos recursos económicos, tenían muchas carencias. Esta niña creció en un mundo sin tecnología, modo de vida al que no estamos acostumbrados hoy, ¿verdad? Ahora la mayoría de las veces los niños desde muy pequeños cuentan con dispositivos tecnológicos para distraerse, pero en este caso, ella no tenía un teléfono celular, computadora o tablets, pero tenía libros, los suficientes para pasar horas y horas adentrada en la lectura. Así fue como entró en ese universo interesante, el cual le abrió muchas puertas.

Está chica fue creciendo y la lectura le atraía como si fuera un imán. Un día se le presentó la oportunidad de estudiar ciencias políticas en Nueva York y, al no tener suficientes recursos, empezó para ella otra etapa difícil. Tuvo que trabajar de distintas maneras para ganar dinero y pagar los gastos que conlleva estudiar: fue cocinera, camarera y cadete, con el fin de obtener más experiencia para poder escribir mejor, pues lo que le gustaba hacer era escribir y leer.

Sus deseos no tuvieron éxito, supongo que ella se sintió cansada al ver que sus proyectos no estaban saliendo como esperaba. Esto es normal, nosotros también nos sentimos devastados cuando algo no sale como lo planeamos; muchos se rinden y deciden no seguir. Pero, ¿sabes qué? Elizabeth no vio su situación así, de lo contrario, la vio como algo bueno e inspirador y este fracaso que tuvo la llevó a escribir sobre su vida: contó su historia y toda la travesía que afrontó al encontrarse así misma, después de caer en una depresión.

Escribió un libro y lo publicó en 2006, fue exitoso, estuvo en la lista de los libros más vendidos en el periódico The New York Times, por 187 semanas, vendiendo más de 10 millones de copias. ¿Quién iba a pensar que una obra escrita por una muchacha humilde lograría tener tanto éxito? Tan influyente fue ese título que incluso, salió en la pantalla grande, con Julia Roberts, siendo la protagonista. En su primer fin de semana logró recaudar casi 24 millones de dólares, es bastante, ¿no?

Tiempo después, ella entró en una crisis, su primer libro tuvo mucho éxito, ¿Qué podía hacer ella para que su próximo libro superará las expectativas de su público? ¿Sobre qué podría escribir? ¿Qué pasaba si su libro no lograba ser igual o más exitoso que el anterior? Llegaron muchas dudas a Elizabeth ―y no es para menos que se sintiera confundida―, desesperada y ansiosa, sabiendo que ella podía sorprender o decepcionar a una gran cantidad de personas que la admiraban. Esto no la detuvo, Elizabeth aprendió que escribir solo de cosas malas no era la mejor opción, de hecho, escribir sobre lo que amaba de sí misma le ayudaba mucho y así fue como logró escribir dos libros más: Big Magic y The Signature Off All Things.

Logró cambiar su destino, no importó si no tenía los recursos necesarios para ser exitosa. Y es lo que me ha inspirado: anhelo ser una Elizabeth. No tengo recursos, pero sí un arduo deseo de ser una escritora para motivar a otros a superarse.

Esta inspiradora mujer demostró que todo es posible si aprendes a ver la vida de otra manera.

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