«Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte» (Minerva Mirabal).

El jeep fue encontrado al borde de un acantilado el 25 de noviembre de 1960. Los cuerpos de Minerva, María Teresa y Patria Mirabal Reyes yacían en el coche. El chofer Rufino de la Cruz se encontraba también dentro del vehículo. Los cuerpos estaban inmóviles, y las valientes Mariposas se habían ido. No obstante, sus vidas marcaron la sociedad de aquel entonces y lo siguen haciendo en la actualidad. 

Nacida el 12 de marzo de 1926, en Ojo de Agua, Salcedo, República Dominicana, Minerva Mirabal era la tercera en la familia Mirabal Reyes, después de Patria y Bélgica Adela (Dedé). Desde muy joven se vio atraída por la literatura y la filosofía; al graduarse de bachiller, obtuvo un título en Letras y Filosofía. Se casó con Manolo Tavárez, y juntos fueron padres de Minou y Manuel. Tener una familia no fue una responsabilidad que los contuvo de participar de forma activa en contra de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, quien estuvo en el poder desde 1930 hasta 1961.

La joven pareja participó del Movimiento Revolucionario 14 de Julio, una iniciativa civil que buscaba derrocar al militar y político Trujillo. Posteriormente se unieron a esta causa libertaria las hermanas de Minerva, Patria y María Teresa, formando el trío conocido como las Mariposas. 

En mayo de 1960 fueron sentenciadas a tres años de prisión por «atentar contra la seguridad del Estado Dominicano», resolvió la dictadura. Fueron puestas en libertad a finales de ese mismo año, aunque sus cónyuges siguieron en la cárcel.

Las hermanas Mirabal fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960. Recorrían la carretera La Cumbre, entre Santiago y Puerto Plata, junto al conductor del vehículo, Rufino de la Cruz. Cerca del puente Marapica se hallaron los restos, en ese trayecto que las llevaba de regreso a casa. Las Mariposas volvían de visitar a los esposos de Patria y Minerva en la fortaleza de Puerto Plata, donde estaban encarcelados. 

Los cuerpos yacían destrozados en el fondo de un barranco, en el interior del carro en el que viajaban. Se dice que funcionarios del Servicio de Inteligencia Militar del Estado (SIM) hicieron una emboscada y rodearon el carro de las hermanas y, después de ahorcarlas, las metieron dentro del automóvil que posteriormente lanzaron por un precipicio. De tal modo, al ser descubiertas se creería que ellas se habían desviado del camino y que habían sufrido un accidente. 

Este asesinato provocó gran descontento en el corazón de los dominicanos, quienes ya desde hacía tiempo habían empezaron a germinar un descontento e inconformidad hacia el régimen de Trujillo. Ese gobierno tiránico acabó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961. 

La marca que dejaron las Mirabal impactó de tal modo en la sociedad que, en su memoria, cada 25 de noviembre (día de su muerte) se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta fecha fue aprobada por Naciones Unidas, el 7 de febrero del 2000. 

Las Mariposas fueron asesinadas, pero vivirán por siempre en el alma de los dominicanos y de todos los que conocen sobre ellas.