¡No es profesión, es vocación!

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El 13 de marzo del 2020 la pandemia del COVID-19 sacudió al mundo, de manera que se vieron afectados ámbitos sociales, culturales, políticos y  educativos. Millones de personas sufrieron abruptos cambios en sus vidas, entre ellos, los trabajadores de los distintos centros educativos del planeta: el personal administrativo, los maestros y los alumnos que tuvieron que adaptarse al incierto panorama.

Una de esas heroínas fue mi madre, Mariela García, quien ha sido docente del Colegio Boston Bilingüe desde 2007. Ella es una mujer que superó innumerables obstáculos durante la educación a distancia o mayormente conocida en inglés como homeschooling.

A la edad de diecisiete años, Mariela se graduó como secretaria bilingüe, en el mismo centro educativo donde labora actualmente. Antes de que su vocación fuera ser educadora, realizó muchas ocupaciones, las cuales le ayudaron a crecer en el ámbito profesional; por ejemplo, fungió como secretaria de gerencia y recepcionista. Todas estas experiencias expandieron sus conocimientos administrativos y sociales.

Transcurría el año 2007 cuando decidió retomar el área profesional luego de un receso para cuidar de sus dos hijas. Solicitó al colegio donde se graduó que la contrataran o recomendaran con alguna empresa, pero las sorpresas de la vida… Pasaron dos días cuando recibió una llamada del establecimiento formativo donde la motivaban a probar y aplicar sus conocimientos en el área de inglés para enseñar a los alumnos del nivel primario. Aceptó sin imaginarse que era el comienzo de una nueva aventura llena de amor, vivencias, alegrías y, sobre todo, mucho aprendizaje.

Durante todos estos años ha mejorado sus técnicas de enseñanza y se dio cuenta de que su verdadera vocación estaba en el corazón de los pequeños, en esas aulas donde se emprenden proyectos maravillosos.

Por supuesto, en esos años se capacitó; pudo obtener su certificación por parte de la Universidad de Cambridge, el cual demuestra su suficiencia como maestra de inglés. Ha tenido la oportunidad de enseñar en distintos niveles: preprimaria, primaria, básico y diversificado donde ha experimentado diferentes vivencias y el amor de sus alumnos.

Mariela es descrita por sus estudiantes como una maestra inteligente, carismática, creativa, responsable, paciente, fuerte y capaz de sobrepasar y resolver cualquier inconveniente que se le atraviese. Por supuesto, es una excelente madre.

Tras realizar un arduo trabajo capacitándose, con el objetivo de optimizar la educación en esta nueva realidad marcada por una crisis sanitaria, su vocación la motivaba a la búsqueda de herramientas para brindar un mejor servicio a sus alumnos, quienes se ganaron su corazón.

Los factores que intervenían en la mejora de la enseñanza en tiempos de pandemia iban aumentando, por lo que ella siempre trataba de encontrar nuevas herramientas para que el desarrollo y la formación de sus alumnos fueran siempre los mejores.

En sus palabras expresa que no hay un solo día que no agradezca a Dios por haberle dado el chance y el privilegio de trabajar con futuros profesionales, esperando haber dejado una huella y tocado sus corazones.