Una experiencia inolvidable en Tortí
En un viaje en autobús hacia un lugar de verdes pastos, viento enternecedor, ríos, quebradas y contacto directo con la naturaleza cincuenta y dos jóvenes van a encontrarse con ellos mismos.
El viernes 26 de febrero de 2021, a las 5:00 a. m., salimos de la Parroquia Nuestra Señora de Belén, en el corregimiento de Tocumen, hacia el distrito de Tortí. El tiempo aproximado en bus fue de dos horas y media hasta Tortí cabecera, de ahí continuamos hacia una finca ubicada en la comunidad de Platanilla.
El ambiente en el vehículo era alegre, las personas cantaban y algunas hasta bailaban. Al principio fue un viaje sin complicaciones, ya que la carretera principal está bien construida y es apta para el paso vehicular; luego tomamos un camino rural de piedras y tierra. En esta vía el autobús tuvo algunos problemas: el vehículo se ralentizó, y así empezó el estrés. La actitud de los jóvenes en el autobús no era la misma, ahora se quejaban por las molestias causadas, pero todo mejoró al notar que se aproximaban al destino.
El autobús pudo pasar tranquilamente las primeras colinas, pero al llegar a una quebrada crecida se vivió un nuevo susto: las personas a bordo comentaban que sería imposible seguir. Algunos bajaron a revisar la profundidad, y al no ser tan honda el autobús logró pasar, incluso pudo subir la última elevación. Finalmente, llegamos a las 10:00 a. m. al campamento en Platanilla. El viaje duró más tiempo del esperado, pero lo que estábamos a punto de vivir compensaría cualquier incidente desagradable.
Desempacamos y fuimos hacia los lugares destinados para armar las tiendas de campaña. Después nos llamaron a la casa principal para separarnos por grupos a los que llamaron tribus, estos serían grupos de competencia.
En ese momento nos enteramos de que fue un milagro que el campamento se realizara, debido a que personas cercanas y muy apegadas a la pastoral juvenil se negaron a la iniciativa. Un día antes aún era incierto que se pudiera realizar el paseo.
Posteriormente, nos dirigimos hacia un gran árbol, donde nos explicaron la dinámica de las actividades y los lineamientos a seguir en el convivio. Después nos enviaron a nuestras tiendas para realizar una de las dinámicas antes de la organización de los equipos.
La primera actividad fue un poco polémica porque las reglas no estaban claras, hubo muchos errores en su desarrollo. Luego mi equipo subió a la colina más alta, al estar ahí experimenté una calma y tranquilidad que nunca había sentido, por unos segundos el sonido del viento, de las hojas y de las aves me envolvió; en ese momento me sentí en paz y en armonía conmigo mismo.
La estadía en el campamento fue divertida, armoniosa y emocionante, hubo compañerismo entre los miembros de mi grupo y eso nos ayudó a salir victoriosos en la competencia. La alegría inundó el lugar entre aplausos y risas, así finalizó el viaje y nuestra estancia en esa mágica tierra de Tortí.