Una guerrera con fe y amor
Una niña humilde sencillamente nació un jueves de 29 abril del año 1976 a las 5: 00 de la tarde, en el antiguo hospital Gerardino de León de la ciudad de Las Tablas, provincia de Los Santos. Primera hija del matrimonio del sr. Francisco Javier Vergara y la maestra Celinda Batista González, desde muy pequeña emigró junto con sus padres hacia la ciudad capital en busca de mejores oportunidades, muy humildes vivían en un caserón de madera en San Miguel calidonia, cerca de la iglesia de Piedra, en un pequeño cuarto de alquiler donde sus padres empezaron su negocio de tienda, estando en la capital nace su hermano Delkis. Siendo su madre educadora de áreas de difícil acceso, ella y su hermano quedaron al cuidado del padre y una joven de área que los ayudaba al cuidado de los niños.
La niña demostró su interés por ayudar, su padre la llevaba en los hombros al mercado a comprar las mercadería de la tienda y ayudaba poner las mismas en estantes, meter sodas en los congeladores , donde adquirió su primera cicatriz al reventarse una botella, siempre permaneció humilde ante las fatalidades de su corta vida como el incendio del caserón donde vivía con su familia y tenían su negocio, esta adversidad que enfrento la familia obligo a su madre a tomar la decisión de abandonar la educación para dedicarse al cuidado de su familia y trabajar junto a su esposo para forjar el futuro de sus hijos. Esta dedición fue crucial e importante para Cidia que aunque pequeña entendió que en la vida la familia es importante. Después del fatal incidente y con la gracia de Dios la familia, consiguió un pequeño lugar en Parque Lefevre, de ahí avanzaron a otros lugares como Buenos Aires de Chilibre aquí empezó sus primeros dos años de vida educativa en la escuela Tomás Arias, destacándose en sus estudios.
Entre trabajo, ahorro y perseverancia la familia de Cidia se mudó a Chilibre Centro, donde los padres alquilaron un local comercial. Culmino sus estudios primarios, y el séptimo grado en el colegio Nuestra Señora de Bethlem, colegio privado, de religiosas, donde solo asistían pequeñas damas, aquí adquirió nuevas experiencias y conocimientos, que innovaron la forma de ser de ella, practico deportes, manualidades, y reafirmo sus valores basados amor por el prójimo y el temor a Dios ; estas nuevas experiencias la llevaron a eventos importantes durante la niñez, y parte de la adolescencia como pertenecer al equipo de atletismo, natación y vóleibol. Entrando a su adolescencia era conocida en el barrio, como una joven carismática, alegre, respetuosa y trabajadora ya que su madre le enseño a respetar a los demás y a trabajar duro por sus metas. Con experiencia en el deporte empezó a practicar en la comunidad voleibol, siendo escogida entre las chicas del barrio como parte de la selección de voleibol del corregimiento para representarlo a nivel nacional. Un día al escuchar una conversación de sus padres donde trataban de ahorrar, decidió pedirle a su madre que la cambiara de colegio, el traslado fue a una escuela publica, el Instituto Rubiano, vivió nuevas experiencias, como el deseo de ayudar a sus amigas a pasar de grado, su corazón de oro siempre la caracterizo, al terminar el noveno ingreso al Instituto Justo Arosemena, en Paitilla a estudiar bachiller en ciencias, su deseo siempre fue ser abogada; durante sus estudios se destacó por su amabilidad con los demás, y en deportes perteneciendo a la selección del colegio. Al finalizar el bachillerato la joven impetuosa y indecisa de que estudiar, se inclino por la universidad tecnológica, a estudiar ingeniería en sistemas computacionales, la carrera del momento, cursando su tercer año , comenzó su hermosa familia, en ese momento sacrifico su carrera para poder conseguir un trabajo y forjar un futuro a sus pequeños, siendo una madre joven, conociendo el sacrificio y trabajo, a pesar de los golpes y adversidades de su vida , nunca se rindió, siempre escuchaba a su madre, y sus consejos sobre ser educadora, para Cidia no era factible, aunque en el fondo siempre demostraba su vocación, con humildad y deseos de ayudar a los demás.
Culmino, su carrera universitaria como Licenciada en administración de empresas con énfasis en mercadotecnia en la Universidad de Panamá, entre sacrificios de madre, con el apoyo de su familia, consiguió su trabajo, pero le hacia falta algo en su vida, laborando en empresas Melo, decidió estudiar un profesorado, y el postgrado, fue cuando Dios le dio un hermoso regalo de vida, después de 5 años de estar operada, salió embarazada de un gemelar, su milagro se debió a que su operación no fue completa ya que una de sus trompas de falopio estaba intacta donde los dos cigoto se alojaron para aferrarse a la vida, contra toda indicación médica y adversidad, confundida pero feliz no se rindió y con fé en el 2008 a las seis meses y medio de embarazo nacieron sus pequeñas, en ese momento su corazón colapso y gracias a la bendición de Dios tuvo una nueva oportunidad de vida, contra todo diagnóstico ella y sus pequeñas sobrevivieron, fue cuando su Fé y valentía se reafirmaron.
En el 2010 por obstáculos que se presentaron en su trabajo, los cuales impedían su decisión de ser educadora, renuncio a su trabajo, y decidió luchar por su sueño, el cual no solo era ser educadora, si no mejorar la calidad de vida de sus pequeños y darle un orgullo y alegría a sus padres, no fue fácil para ella, fueron muchos los obstáculos, pero jamás se rindió, su familia la apoyaba, un día cuando ya no tenía fuerzas para seguir luchando, Dios puso en su camino a un ángel que conoció gracias a su forma de ser carismática y humilde de ser, él le abrio las puertas a su pasión, le ayudo a conseguir su primer empleo en un programa especial llamado premedia multigrado, el mismo era en la provincia de Bocas del Toro, en una pequeña comunidad ubicada rio Changuinola arriba, en las montañas llamada Bajo Culubre, la joven madre entusiasta, aceptó y comunicó a sus padres la importante noticia, estos la apoyaron, llego el día de la partida, con dolor en su alma dejo a sus padres el cuidado de sus 5 pequeños, pero se iba con la esperanza de forjar un mejor futuro para su familia, no fue facil la partida, su primera experiencia laboral marco su vida, a 15 horas de distancia en carro, a una hora y media en bote por río Changuinola arriba , y 7 horas caminando, para llegar Bajo Culubre, donde no había agua potable, ni luz ni señal, cocinar en fogón, dormir en una colchoneta en piso de madera, y dar clases a tres grados diferentes a la vez en un salón de madera e improvisado, fueron forjando a la guerrera que había en ella, y pesar de los contratiempos su vocación despertó y realizo su labor con amor, aunque con el dolor de tener sus pequeños lejos. Su cuerpo fue marcado para toda una vida en este con un accidente que obligo sacarla en hamaca hacia el hospital mas cercano. En el 2011 fue trasladada a Panamá a la escuela Victoriano Lorenzo en la comunidad del Lago Alajuela, Dios favoreció su camino ya que podía viajar todos los días a su hogar y trasladarse a la escuela con un viaje de una hora y media a dos en carro y 10 minutos en bote y 10 caminando para llegar a su escuela, en esta escuela, tuvo grandes logros, fue escogida como presidenta de los docentes de la zona del Lago, realizo el primer concurso de oratoria de las comunidades del Lago, consiguió apoyo y seguimiento a través de diferentes instituciones para alegrar la vida de los niños y adolescentes de las comunidades del Lago y trabajo dejando una linda experiencia para habitantes radicados en las orillas del Lago Alajuela; en el 2012 concurso fuera del programa obteniendo una oportunidad en el sistema regular en el Colegio Secundario de Gatuncillo Colón, como profesora de comercio, aquí realizo su primera feria comercial; en el 2013 regreso al programa y abrió el primer ciclo en la comunidad rural del Ñaju en un salón con paredes de penca y mesas grandes y sillas del comedor, creo un salón de clases donde contra toda adversidad recibió jóvenes de todos lados, algunos expulsados de otros colegios, demostró que todos tienen una segunda oportunidad, y llevo a cada uno de ellos a desarrollar sus capacidades y demostrarla en los diferentes concursos a nivel escolar, gracias a que esta comunidad estaba cerca de su hogar, pudo llevar a sus pequeñas mellas a la primaria que se daba en turno contrario en su colegio, aquí descubrió su nuevo reto la condición de retardo mental leve de sus hijas, desde el 2013 al 2015, ejerció en este colegio, hasta que el programa se convirtió en un colegio del sistema regular, gracias a su buen trabajo fue contratada en el 2016, como Técnico docente del programa de premedia multigrado a nivel nacional, permitiéndole atender a sus pequeñas y llevarlas a sus citas, con el apoyo de sus padres.
Pará el 2017 concurso y fue nombrada por primera vez permanente en el sistema regular educativo en la comarca Kuna Yala, comunidad de Usdup, escuela Nele Kantule, viajo con dolor de dejar atrás a su madre enferma, a sus hijos y su padre, pero con la alegría de haber obtenido su permanencia, dentro de la comunidad creo una pequeña escuela de enseñanza del deporte del voleibol para todos los niños y niñas de diferentes edades, y fue directora técnica de los equipos de voleibol a nivel primario y premedia en competencias comarcales.
En marzo de ese año su madre enfermo de gravedad, obligandola a regresar a su lado, en poco tiempo entró en cuidados intensivos, Cidia permaneció la mayor cantidad de tiempo que pudo junto a su mamá , pero por su trabajo regreso a la comarca dejando su corazón atrás junto a su madre en el hospital, sus hijos en casa junto a su padre, a su regreso en la lancha rápida a 6 horas de camino del puerto a su escuela por mar abierto, su mente solo pensaba en la oportunidad de regresar junto a su familia, y su alma oraba con Fé por una oportunidad de regresar y estar junto a ellos, el 29 de mayo del 2017 recibe un mensaje donde se le informa sobre el fallecimiento de su madre, con un gran dolor regresa a casa, para ser el soporte de sus hijos y padre ante esta gran pérdida, en su mente de regreso en la avioneta miraba fijamente las nubes pensando en el gran dolor que sentía pero sobretodo como iba hacer para aliviar el dolor de sus hijos, fue un año difícil al tener que regresar al colegio después de dejar atrás a una madre enterrada y un padre destrozado y unos hijos tristes y con miedo, para ella doloroso . En 2018, las puertas de Dios se abrieron y la trasladaron a la Siesta de Tocumen, donde logro el respeto y amor de sus compañeros y estudiantes, ejerciendo como coordinadora de disciplina los dos años que trabajo en el colegio, recibiendo un certificado de reconocimiento por su trabajo. En 2019, su padre enfrentaba quebrantos de salud, diagnosticándole Cáncer de próstata, Cidia cuido de él y sus hijos, combinó su vida, con dormir en un hospital, llevar a sus pequeñas a sus citas, supervisar a sus hijos en el colegio, en enero del 2020 perdió a su padre, con el dolor de tal pérdida y quedando sin padres solo con sus hijos, logro conseguir su traslado al colegio de salamanca a 45 minutos de casa, para poder atender a sus hijos en especial a sus niñas especiales, y lograr mantener una familia con amor y unidad como sus padres siempre los mantuvieron, hoy en día trabaja en este colegio, donde tiene a sus pequeñas; ella les enseña a sus hijos que son importantes , que son guerreros de Dios y de la vida, no importa la adversidad que enfrenten para todo existe solución solo es cuestión de actitud, Fé y sobretodo amor. Siempre se oye decir “mis hijos de mi vientre, mis hijos los que Dios me presto en un salón de clases , todos y cada uno de ellos son importantes educarles con amor”, “no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”, “ el respeto se gana, no se impone”, “ para todo hay solución, menos para la muerte”, “ si comprendes y amas lo que haces, poca veces te podrás equivocar”, siempre tendrá una frase para cada momento, por eso no es raro que en la calle siempre encuentre personas que la saluden con amor y respeto, recordando una hermosa anécdota con ella, y su respuesta siempre es una sonrisa, y una serie de preguntas de como esta, y palabras de aliento y esperanza, seguida con una frase “ mis niños se ponen viejos, porque yo no sigo igualita “ arrancando una sonrisa de cada uno.
Cidia, la hija, la hermana, la madre, la tía, la abuela, la amiga, la profesora y sobretodo la guerrera de Dios con vocación y amor. Mi madre, mi héroe, cuando se siente triste y siente que la adversidad la va a vencer solo nos dice “Dios le da sus batallas mas difíciles a sus mejores guerreros, y esta no será ni la primera, ni la última de mi vida” , si algo he aprendido de ella es que no importa cuanta veces caigas, si no que te levantes, te limpies y sigas adelante. Te amo mamá, gracias por ser mi guerrera.
Karol, qué bonita historia escogiste para tu crónica. Tiene la fuerza que da un relato vivencial, real.
En el primer párrafo, recuerda que los nombres propios de lugares, como San Miguel o Calidonia siempre van con mayúscula.
Y hablando de párrafo, en tu crónica solo incluiste tres: el del inicio, luego un gran párrafo central, y el del final.
A pesar de que es muy interesante lo que cuentan en el cuerpo central de la historia, sería mejor presentarlo en párrafos cortos separados, para mejor comprensión del lector.
Porque así como está, el párrafo central tiene 2,034 palabras (muy largo, aunque interesante).
Quedaría mejor ir separando por ideas conforme va avanzando el relato.
Luego hay una parte que me parece muy importante (y hasta milagrosa). Donde dices…
“Fue cuando Dios le dio un hermoso regalo de vida, después de 5 años de estar operada, salió embarazada de un gemelar”.
Vale la pena hacer una descripción un poco más detallada de esto. ¿Cómo fue posible estar operada y quedar embarazada? ¿Cómo tomó ella esa noticia? Siempre son buenas las descripciones.
A propósito, me gusta mucho la descripción que haces de su primera escuela, en Changuinola (aunque no incluyes el nombre de la comunidad). La crónica es eso, tratar de sacarle provecho a las descripciones. Y lo haces muy bien.