En un noticiero de las seis de la tarde, escuché sobre las doce especies de animales que se están extinguiendo en Panamá. Tengo un amor profundo por los animales domésticos, y hay tres en mi casa: mi perro Capitán, el gato Félix y mi perico Lorenzo. Cada día que pasa somos más dependientes de ellos, pues nos aportan compañía en los momentos en que nadie está presente. ¿Cómo es posible que una familia que haya acogido a un perro o un gato termine dejándolos abandonados en la vía pública, en una autopista o simplemente en la calle?

Tenemos que buscar la forma para implementar mecanismos de adopción y así mejorar la calidad de vida de los animales en situación de vulnerabilidad. Por eso, es bueno continuar organizando campañas en defensa de los derechos de esos animalitos, con títulos de impacto como “Aquí estoy, yo soy tu dueño”, “Identifica a tu mascota” o “Adopta un animal adulto”. Esto se puede lograr con voluntarios que fomenten la adopción y la tenencia responsable de los animales.

También sucede que cuando llevamos a nuestras mascotas a lugares públicos muy concurridos, estas se pueden perder; entonces es bueno contar con una organización que brinde un servicio de hogar transitorio para los animalitos perdidos y abandonados, y que además logren su adopción.

¡Cuántas cosas se me han venido a la mente para ayudar a los animales, sabiendo que tengo a los tres míos bien cuidaditos en casa! Y vuelvo con el espacio televisivo sobre los que están en peligro de extinción en Panamá, como el majestuoso águila harpía, la ranita dorada que reluce con sus contrastes entre amarillo y negro; los quetzales, que son toda una maravilla de la naturaleza con sus vistosos plumajes; el venado de cola blanca, que vive en bosques secos y es considerado uno de los animales más lindos de la fauna panameña y, por último, el conejo pintado, un animal nocturno y excelente nadador. Su principal amenaza es la caza para el consumo de la carne.

A través del programa pude conocer que se considera extinta una especie a partir del instante en que muere el último individuo de esta, así que debemos tomar acciones para preservar las especies en vías de extinción y amenazadas; también hay que combatir los daños ocasionados por el hombre a través de programas de conservación.

No podemos seguir permitiendo la sobreexplotación del ambiente, la contaminación, la destrucción del hábitat o la introducción de nuevos predadores que amenazan a las especies endémicas. Según observé en el reportaje, la población humana se ha convertido en predadora e invasiva por medio de la caza excesiva, que genera una rápida extinción de la vida silvestre.

Es necesario promulgar leyes que sancionen el comercio o la caza de especies importantes para nuestro país, así como crearse reservas naturales con el objeto de proveer un entorno continuo y estable para las especies amenazadas por la expansión humana.