Sólo sigo tus pasos

Un día estaba comiendo unas palomitas dulces, acompañado de una gaseosa sabor a uva, cuando me puse a pensar en cómo sería mi futuro. Eso casi siempre me pasa. Cuando escuchaba la música que me gustaba, reflexionaba en cómo podía lograr lo que quería, creía porque lo he visto, que hay mucha competencia en el mundo laboral, y ser uno entre miles de personas que quieren lograr lo mismo que tú, y que simplemente estés allí, imaginando si vas a alcanzarlo o no…

Ese día recuerdo que mi madre quería que le bajara el volumen a la radio, me invitó para que fuera a ver por televisión las anécdotas de Adriana Macias. Me senté para saber más sobre este personaje de la vida real, ya que me encantaba esos momentos de convivencia con mi madre. Todo comenzó perfecto, tenía la curiosidad de saber quién era la persona y al momento de escuchar sus experiencias, anécdotas y frases muy motivadoras quedé realmente sorprendida.

Es una mujer que nació sin brazos, lo más impresionante es que utiliza sus pies para todo: para cocinar, escribir, tocar el violín… Me inspiró mucho su actitud, no podía dejar de pensar en cómo ella pudo lograr todo lo que anhelaba, pasando por muchas burlas, por problemas diversos y demás pruebas. Fue cuando reflexioné: “¿Cómo yo, que tengo todo completo, que gracias a Dios me envió completa, puedo pensar en un segundo que mi vida está a punto de derrumbarse? A partir de allí cada vez que me da una crisis existencial, solo leo sus frases, todo lo que habla y cómo lo dice porque ella es muy inspiradora.

Es mexicana, escritora, abogada y excelente conferencista. Sus lemas son muy motivadores, entre mis favoritos está: “no te enojes, recuerda que la gente no te hace cosas, la gente hace cosas, tú decides si te afectan o no”. Cuando leí este pensamiento me dije a mí misma: “Eso es verdad, Lisseth. Es tu problema si te afecta o no”.

¿Por qué pienso en la superación personal? Porque paso por situaciones difíciles, ya sea económicas o personales, por momentos tengo experiencias insatisfechas cuando los compañeros en el colegio me hacen sentir mal, también por algún pequeño defecto físico que pueda tener, todas estas situaciones, a veces me desmotivan; pero debo tener presente que aunque hay personas que no me apoyan, también hay muchas otras que quieren lo mejor de mí, que sea esa luz en el camino, y eso me hace muy feliz. Un ejemplo es Adriana que, aunque no nos conozcamos, sus experiencias han entrado de forma poderosa a mi vida, me inspira y se ha ganado mi completa admiración.

Les recomiendo sus libros de superación, son interesantes, yo los leí y he pensado mucho en mi futuro, pero ahora lo hago desde otra perspectiva. Espero que tú nunca te rindas, que pase lo que pase siempre te digas a ti mismo: “yo puedo”, así como lo hizo esta gran mujer. Constantemente pasamos por etapas complicadas, pero el sol sale después de la peor tormenta y todos tenemos a gente que nos inspira como Adriana Macias.

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