Ok, hablemos de algo cool. ¿Bien? Pues, mi madre es una de esas personas que conoces y al primer instante reconoces que es divertida, audaz y astuta, podríamos asumir que su gusto por el rock se deba a eso y, como ya se imaginan, crecí escuchando increíbles agrupaciones musicales.
Adoro hablar de estas cosas, me hacen sonreír… En fin, sobre mi mamá, empecemos por lo primordial: se llama Raiza, nombre que suena fuerte de solo leerlo. A propósito de fuerte, les contaré un poco sobre ella…
No me cansaría de decirlo, ella es quien se encargó de enseñarme lo que una persona con fuerza de voluntad puede lograr. Su independencia característica, sagacidad e inteligencia se ven reflejadas hasta cuando me ayuda a estudiar los exámenes de matemáticas a último minuto.
Siempre ha sido mi mayor pilar, sin ella yo no hubiera sabido ser optimista pese a la adversidad, mejorar mis valores y ver más allá de la imagen. Soy creativa y adoro el arte gracias a su apoyo.
Actualmente me dedico a la música y de no ser por ella no podría estar logrando mi sueño ahora, incluso he intentado enseñarle a tocar instrumentos y aunque le falta algo de práctica, sé que lo logrará.
No podría ser más agradecida por lo que ha hecho por mí, ninguna otra madre me enseñaría a ser valiente como ella.
¿Recuerdan que al inicio mencioné lo graciosa que es?
Nacida en Chiriquí, el corazón de la biodiversidad, su juventud fue complicada al tener que afrontar la escasez económica, pero supo desde corta edad que debía luchar por su independencia y así consiguió sus objetivos. En la escuela fue escogida como la encargada de la organización de su graduación, fue la mejor decisión que pudieron tomar, pues Raiza sorprendió a todos cuando contactó al alcalde de Chiriquí para que pudiese financiar la graduación.
Tras graduarse, con diecisiete años, la edad que tengo yo actualmente, Raiza se mudó a la ciudad de Panamá. De su familia, ella ha sido la más próspera.
Y ni hablar de su trabajo, la adoran. ¡Es muy carismática!
Durante el COVID-19 tuvo que hacer teletrabajo y aunque en aquel tiempo se volvía más difícil mantener un empleo estable, ella lo logró. ¿Pero saben por qué? Porque es un «monstruo» en matemáticas. Empleados de otras áreas suelen contar con Raiza para cualquier duda o problema, ella sabe resolverlo todo; pero su humildad no le permite alardear de ello.
Aquellos tiempos de pandemia provocaron que sus dotes creativos se fueran en dirección a la jardinería, le apasionan las plantas, podría hablar de eso por horas… Muchas de las que ha sembrado provienen de Chiriquí e incluso algunas llevan años en perfecto estado.
Y el color verde ha de ser su favorito, ya que decoró la casa con tantas plantas que podrías perderte admirando aquella tonalidad. Cualquier día podría estar una amiga suya de cumpleaños y no dudaría en darle una de sus mejores matas, ¡tiene de todo!
Me cuesta escoger entre todos los momentos favoritos juntas, pero sin dudas siempre son cuando estamos en el auto, ella conduciendo largos tramos y yo de copiloto administrando la música, así cantamos mientras vemos las calles. Es algo que seguramente extrañaré cuando vaya a la universidad, sobre todo, cuando al salir de casa recuerde lo que siempre me repite y que su papá le decía: “Juicio”.
Se refiere a que sea responsable, pues mis decisiones repercutirán en lo que pase a futuro, por lo que debo pensar, cuantas veces sea necesario, antes de actuar.
Mi mamá y yo tenemos confianza mutua y si tengo un problema no dudo en contar con ella, por eso doy gracias de poder contarlo. Por su apoyo incondicional y sabias enseñanzas ¡soy y seré mi mejor versión de mañana!