Sueña, Justina, sueña
Son las 4:45 de la madrugada en el cuarto número 2, una pequeña vivienda en una galera de trabajadores ngäbe en Tierras Altas. Una serie de casi 20 casuchas pegadas entre sí albergan a cientos de indígenas empleados de la finca La Esperanza. Las casas apenas se sostienen en una estructura básica de madera. El […]